BUENOS AIRES.- La agencia Standard
& Poor's (S&P) subió a "B-/B" la calificación crediticia en
moneda local de Argentina, pero mantuvo en incumplimiento selectivo la
nota en moneda extranjera, informó la calificadora en un comunicado.
Según S&P, el nuevo Gobierno argentino, encabezado por Mauricio
Macri, ha presentado "un plan creíble para lidiar con los desequilibrios
macroeconómicos de larga presencia", "eliminado las restricciones sobre
la moneda extranjera e iniciado negociaciones con los acreedores" que
no se acogieron a reestructuración.
"Como resultado, estamos elevando nuestra calificaciones no
solicitadas en moneda local de largo plazo y corto plazo de 'CCC+' a
'B-/B'. Además, estamos elevando nuestra evaluación de riesgo de
transferencia y convertibilidad (T&C) a 'B-' desde 'CCC-'", señala
la agencia.
La perspectiva de la calificación en moneda local es estable como
reflejo de las nuevas políticas pero también hay que tener en cuenta las
"potenciales dificultades" que conlleva la implementación de los planes
de Macri.
Por su parte, "las calificaciones no solicitadas en moneda extranjera
de argentina permanecen en 'SD' (incumplimiento selectivo) desde el
cese de pagos de 2014", motivado por el incumplimiento del fallo
favorable a los fondos especulativos que denunciaron al país en Nueva
York para cobrar íntegramente deuda en mora desde 2001.
"Es difícil prever cuánto tiempo llevará el proceso y cuáles serán
los parámetros claves de acuerdo (con los litigantes). En cualquier
caso, recuperar el acceso a los mercados de capital internacionales es
muy importante para que el Gobierno complete su estrategia de corregir
los principales desequilibrios macroeconómicos", considera el texto.
"Un mejor flujo de fondos externos levantaría la liquidez tanto para
el estado como para las provincias y el sector privado, ayudando a
estabilizar la economía", prosigue.
Standard & Poor's valora positivamente que Macri se haya
propuesto el objetivo de corregir los problemas endémicos de la economía
argentina hasta alcanzar un presupuesto equilibrado en 2019 y una
inflación de un dígito, al final del actual mandato.
Sin embargo, en contra de las estimaciones del Ejecutivo argentino
-que se ve capaz de acotar el Índice de Precios al Consumo (IPC) entre
el 20 % y el 25 % para 2016-, la calificadora prevé que Argentina
cerrará el año con una inflación alrededor del 35 %, debido a la
depreciación del peso argentino y las subidas en las tarifas de consumo
energético, entre otros factores.
En cuanto al déficit fiscal, estiman una cifra en torno al 7,5 % en
2015 y un modesto decrecimiento en 2016, ya que aunque algunas medidas
del Gobierno, como el fin de los subsidios a las facturas de la luz,
supondrán un ahorro, otras, como la reducción de los gravámenes sobre
las exportaciones, implicarán una reducción de los ingresos.
También esperan que la deuda de Argentina sufra un incremento gradual
hasta llegar al 51 % del producto interior bruto (PIB) durante 2016,
frente al 50 % de 2015 y el 41 % de 2014.
"La Administración de Macri probablemente enfrentará importantes
desafíos políticos implementando sus ambiciosos planes", indica S&P,
que tiene en cuenta especialmente el sustancial apoyo popular y el peso
en el Poder Legislativo de la oposición, especialmente el peronismo.
"El éxito en la gradual estabilización de la economía dependerá, en
gran medida, en contener los incrementos salariales", agrega la agencia,
antes de especificar que las negociaciones paritarias anuales entre la
patronal y los sindicatos, que están apenas comenzando pero ya se prevén
muy complicadas, representarán el primer y probablemente más importante
test político para Macri.
La recuperación de Argentina será "lenta", en parte por factores
externos como la recesión y depreciación de la moneda en Brasil, la
incertidumbre en China y el descenso de los precios en el sector
agrario.
"Sin embargo, el crecimiento económico podría sorprender si las
políticas del Gobierno tienen éxito más rápido de lo que esperamos para
recuperar la confianza de los inversores. Por el otro lado, la renovada
polarización política podría perjudicar la capacidad del Gobierno para
llevar a cabo su agenda económica", considera S&P.
No hay comentarios:
Publicar un comentario