QUITO.- El presidente Rafael Correa confirmó hoy que Ecuador busca el
respaldo de los países petroleros latinoamericanos a la propuesta de
congelar la producción de crudo a analizarse en la reunión de la OPEP de
abril próximo en Qatar.
Queremos reforzar esa reunión con una declaración de los países
latinoamericanos exportadores (Venezuela, México, Colombia y Ecuador),
afirmó el mandatario durante una rueda de prensa ofrecida este martes en
la ciudad portuaria de Guayaquil.
Según explicó Correa, la idea es que previo al encuentro convocado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para el 17 de abril próximo en Doha, los ministros de Hidrocarburos de la región latinoamericana acuerden en Quito una posición común.
Ojalá se concrete la reunión, agregó el gobernante, tras señalar que el titular de Hidrocarburos de Ecuador, Carlos Pareja, viajará en las próximas horas a Colombia y México para tratar de ponerle fecha a la cita regional.
Correa, economista de profesión, opinó que una vez aprobado el congelamiento de la producción, la OPEP debería considerar recortar la cantidad de barriles diarios que extraen los miembros del cartel petrolero.
Ecuador, uno de los socios más pequeños de la organización, se ha visto particularmente afectado por la caída de la cotización del llamado oro negro en el mercado internacional, al punto que el gobierno se vio obligado a reajustar el presupuesto general del Estado para 2016 a un precio promedio del barril de crudo de 25 dólares, luego de haberlo calculado inicialmente a 35.
Sin embargo, por ser de menor calidad, el crudo ecuatoriano se cotiza como promedio unos cinco dólares por debajo del precio referencial, recordó el mandatario, quien dijo que en las últimas semanas el barril de petróleo del país suramericano estuvo entre los 16 y 19 dólares.
De acuerdo con Correa, después de Venezuela, Ecuador es el país más golpeado por la actual crisis petrolera, pues la carencia de una moneda propia le impide recurrir a la devaluación monetaria para paliar la situación.
En ese sentido, citó el ejemplo del peso colombiano, que se ha depreciado, dijo, en un 83 por ciento, mientras que el dólar estadounidense, moneda de curso legal en el país desde hace 17 años, se ha apreciado en un 30 por ciento.
Ha sido durísimo, pero la historia nos dará la razón, sentenció Correa, al destacar el buen manejo económico hecho por su gobierno para enfrentar los efectos adversos provocados la caída del precio del petróleo, sin tener que afectar los beneficios que reciben los sectores sociales más vulnerables.
Según explicó Correa, la idea es que previo al encuentro convocado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para el 17 de abril próximo en Doha, los ministros de Hidrocarburos de la región latinoamericana acuerden en Quito una posición común.
Ojalá se concrete la reunión, agregó el gobernante, tras señalar que el titular de Hidrocarburos de Ecuador, Carlos Pareja, viajará en las próximas horas a Colombia y México para tratar de ponerle fecha a la cita regional.
Correa, economista de profesión, opinó que una vez aprobado el congelamiento de la producción, la OPEP debería considerar recortar la cantidad de barriles diarios que extraen los miembros del cartel petrolero.
Ecuador, uno de los socios más pequeños de la organización, se ha visto particularmente afectado por la caída de la cotización del llamado oro negro en el mercado internacional, al punto que el gobierno se vio obligado a reajustar el presupuesto general del Estado para 2016 a un precio promedio del barril de crudo de 25 dólares, luego de haberlo calculado inicialmente a 35.
Sin embargo, por ser de menor calidad, el crudo ecuatoriano se cotiza como promedio unos cinco dólares por debajo del precio referencial, recordó el mandatario, quien dijo que en las últimas semanas el barril de petróleo del país suramericano estuvo entre los 16 y 19 dólares.
De acuerdo con Correa, después de Venezuela, Ecuador es el país más golpeado por la actual crisis petrolera, pues la carencia de una moneda propia le impide recurrir a la devaluación monetaria para paliar la situación.
En ese sentido, citó el ejemplo del peso colombiano, que se ha depreciado, dijo, en un 83 por ciento, mientras que el dólar estadounidense, moneda de curso legal en el país desde hace 17 años, se ha apreciado en un 30 por ciento.
Ha sido durísimo, pero la historia nos dará la razón, sentenció Correa, al destacar el buen manejo económico hecho por su gobierno para enfrentar los efectos adversos provocados la caída del precio del petróleo, sin tener que afectar los beneficios que reciben los sectores sociales más vulnerables.
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