viernes, 11 de marzo de 2016

El BCE dice que su intervención salvó a la eurozona de una "deflación permanente"


FRÁNCFORT.- La intervención del Banco Centra Europeo (BCE) evitó que la zona euro cayera en una situación de "deflación permanente" desde el año pasado, según ha afirmado este viernes el vicepresidente de la institución, el portugués Vítor Constancio, en un artículo de opinión, donde advierte del peligro de menospreciar la capacidad de la política monetaria ante la falta de respuesta mediante políticas fiscales y reformas estructurales. 

Para normalizar la inflación en la zona del euro necesitamos urgentemente un mayor crecimiento que pueda reducir las brechas negativas de producción y desempleo, aplicando todas las políticas realmente disponibles, señala Constancio. "Si no aplicamos la política monetaria, ¿entonces qué hacemos?", cuestiona.
En este sentido, el banquero portugués admite, en referencia al escepticismo de los mercados con respecto a la reciente intervención del BCE, que la idea de que la política monetaria no puede por sí misma aumentar el crecimiento tendencial "es en gran medida cierta, aunque trivial, especialmente si se tienen en cuenta los problemas de estancamiento secular".
Constancio subraya la importancia de introducir políticas fiscales y acometer reformas estructurales en línea con el llamamiento del G-20, pero reconoce la dificultad de aplicar dichas políticas, así como la lentitud en que algunas reformas ofrecen sus resultados, como en el caso de la educación, si bien directamente sus resultados no ayudan a normalizar la inflación, como sucede con reformas como la liberalización de mercados cuando se traducen en bajadas de salarios y precios.
De este modo, el vicepresidente del BCE sostiene que si estas otras políticas "no pueden o no quieren contribuir de manera significativa, entonces no sólo es erróneo comenzar a menospreciar la política monetaria, sino que es realmente peligroso".
De hecho, Constancio recuerda los "lamentables resultados" del plan acordado en el G-20 de Brisbane en 2014 para acelerar el crecimiento mundial, que actualmente corre el riesgo de no alcanzar lo que entonces se consideraba el escenario base.
Así, el banquero luso defiende que la intervención del BCE evitó "una deflación permanente" en la zona euro, mientras que atribuye a las políticas monetarias desplegadas por el BCE un 0,66% del crecimiento registrado en los dos años anteriores.
"Lo razonable y fundamental es analizar qué hubiera ocurrido si no hubiéramos adoptado nuestras medidas de política monetaria en un primer momento", cuestiona Constancio, quien afirma que sin estas políticas, la inflación de la zona euro hubiera sido del -0,33% en 2015 y se hubiera mantenido "en niveles muy negativos a lo largo de 2016", lo que significa que la región estaría "en situación de deflación permanente desde el año pasado".
Por otro lado, el vicepresidente del BCE ha reconocido que la política de fijar un tipo negativo a la facilidad de depósito del banco central "tiene límites", aunque destacó que el año pasado, a pesar de los tipos negativos, las entidades de la zona euro aumentaron sus ingresos por intereses netos, así como su rentabilidad sobre recursos propios.
Asimismo, estas políticas también generaron ganancias de capital para las entidades, ya que el precio de los valores subió (y los rendimientos bajaron), mientras los costes asociados al deterioro del valor disminuyeron, ya que la recuperación redujo el volumen de préstamos con incumplimiento, añade el banquero.
"En términos más generales, los tipos de interés negativos de la facilidad de depósito han contribuido a la existencia de tipos negativos en el mercado monetario, lo que ha reducido los costes de financiación de las entidades de crédito", destaca.
"Naturalmente, todas las políticas tienen límites y especialmente --en el caso de los instrumentos que estamos utilizando ahora-- los tipos de interés negativos de nuestra facilidad de depósito", reconoce Constancio.

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