BUENOS AIRES.- El Senado argentino dio en la madrugada de este jueves la aprobación definitiva al acuerdo logrado
en febrero para pagar miles de millones de dólares a los acreedores de
deuda en default, un paso clave para que el país retorne a los mercados
globales de capitales tras casi 15 años.
El acuerdo alcanzado ante la Justicia de Estados Unidos
y la derogación de dos leyes que impiden el pago a los tenedores de
bonos conocidos como "holdouts" -que ya tenía el visto bueno de la
Cámara de Diputados- fue aprobado por los senadores con 54 votos a favor
y 16 en contra, tras una extensa sesión de debate.
Aunque la coalición oficialista Cambiemos no cuenta con
mayoría en el Senado, obtuvo el respaldo de muchos legisladores
opositores, incluyendo a peronistas. La medida implicará una fuerte
emisión de bonos para compensar a los acreedores impagos que rechazaron
reestructurar sus bonos en 2005 y 2010.
"Lo que estamos haciendo es resolviendo el tema de la
deuda, no estamos aumentando la deuda. Estamos cerrando una cuestión
judicial", dijo el líder del bloque del peronismo opositor, Miguel
Pichetto, que votó a favor del acuerdo con los holdouts, pese a las
críticas que recibió desde su propio partido.
Ahora, el Gobierno tendrá hasta el 14 de abril para
pagar a los holdouts, aunque ese plazo podría postergarse porque una
corte de apelaciones de Nueva York debe aprobar la operación en una
sesión prevista para el 13 de abril, que podría no dejar tiempo para
concretar el pago.
Decenas de personas se manifestaron el miércoles por la tarde frente al Congreso argentino para rechazar el acuerdo.
"Abajo el pacto buitre", señalaba un cartel firmado por
el Partido Obrero, en referencia a como se les llama a los fondos de
inversión que rechazaron reestructurar su deuda y demandaron al país en
Estados Unidos para reclamar el pago total de bonos que compraron a
precios reducidos tras el default de 2001-2002.
A finales de febrero, Argentina acordó en el tribunal
del juez de Nueva York Thomas Griesa el pago de 4.653 millones de
dólares a los principales acreedores que obtuvieron un fallo favorable
en la Justicia estadounidense.
Pero el Gobierno argentino estimó que si el resto de
los bonistas con títulos en default aceptaran sumarse a la propuesta de
pago ofrecida, el monto podría multiplicarse.
Por eso, el Ministerio de Economía prevé emitir bonos
por hasta 11.684 millones de dólares para pagar a la totalidad de los
bonistas que podrían sumarse a los acuerdos ya alcanzados.
El presidente de centroderecha Mauricio Macri, que
asumió el cargo en diciembre, ha señalado recientemente que el país
necesita el arreglo con los acreedores para volver a acceder a los
mercados internacionales de crédito y evitar así un fuerte ajuste fiscal
o una "hiperinflación" derivada de una alta emisión monetaria.
Muchos expertos esperan que el acuerdo con los "fondos
buitre" permita a Argentina reactivar su economía y bajar la alta
inflación que sufre por la escasez de inversiones.
Pero los detractores argumentan que los pagos a los
bonistas implicarán un fuerte endeudamiento y abrirán la puerta a nuevos
litigios legales por parte de quienes aceptaron años antes una
reestructuración de deuda con términos menos favorables.
"Coincido en que debemos cerrar este capítulo, pero
tengo serias dudas de que este proyecto lo haga", afirmó en su
exposición el senador Juan Manuel Abal Medina, que preside la Comisión
de Presupuesto y Hacienda de la Cámara alta y que votó en contra del
proyecto del oficialismo.
"Ni los especialistas ni el Procurador del Tesoro pudieron afirmar que los riesgos de litigiosidad fueran nulos", señaló.
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