GINEBRA.- El presidente y
consejero delegado de la alianza Renault-Nissan, Carlos Ghosn, ha
asegurado hoy que actualmente ningún fabricante de coches está ganando
dinero en Rusia.
Así lo ha afirmado en una rueda de prensa en el Salón del Automóvil
de Ginebra (Suiza), que abre sus puertas oficialmente al público del 3
al 13 de marzo próximos.
Según Ghosn, en este mercado la estrategia de la alianza con la
empresa local Avtovaz es estar en "modo defensivo" a la espera de la que
la situación se recupere.
Tal y como ha explicado, las dos terceras partes de las pérdidas de
la compañía se deben a provisiones y a la depreciación del rublo,
después de que el mercado se haya desplomado un 50 %.
Esto les hace ser prudentes respecto al lanzamiento de nuevos modelos
en el mercado ruso, ha reconocido el consejero delegado a los medios.
No obstante, ha reiterado que a la espera de que todo vuelva a la
normalidad siguen trabajando para que Avtovaz se reorganice y se
reestructure y siga ganando en calidad y competitividad.
Del caso del trucaje de los motores diésel del Grupo Volkswagen ha
eludido hablar, aunque ha destacado que es necesario que se clarifique
la forma en que se miden las emisiones, ya que los resultados no son los
mismos en conducción real -que es el sistema que quiere implantar la
Unión Europea- que en un laboratorio, que es como se hace ahora.
En su opinión la mejor forma de reducir las emisiones es con coches
con cero emisiones como los eléctricos de Renault y de Nissan.
Mientras, la tecnología y los coches diésel seguirán teniendo un peso
importante, aunque ha considerado que poco a poco el porcentaje de
gasóleo frente a la gasolina se reducirá paulatinamente.
En esta línea, ha recordado que Renault-Nissan venden el 50 % de los
vehículos eléctricos (EV) que se comercializan en todo el mundo y que el
objetivo es llegar a las 100.000 unidades al año.
Actualmente, ocupan el primer puesto en Europa gracias a la positiva
evolución que tienen en mercados como Francia o Noruega, donde hay
importantes ayudas directas para su adquisición.
El problema con el que se enfrentan para ello es la falta de
subvenciones que, en general, dan los gobiernos a este tipo de vehículos
y el que no existe una red de carga para ellos lo suficientemente
amplia.
De la conducción autónoma ha dicho que en 2020 será posible en las
ciudades. Para este año la previsión es que sea posible en las
autopistas y dentro de un solo carril, mientras que en 2017 el vehículo
será capaz de cambiar de carril en carretera.
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