Los italianos reacios a ayudar a inmigrantes

ROMA.- La inmigración se convirtió, en un año, en el principal desafío que debe afrontar la Unión Europea, seguido por el terrorismo, que superó en menos de un año los problemas vinculados con la crisis económica.

    En Italia, uno de los países del Mediterráneo que primero empezó a enfrentar la situación migratoria, está bien -según el 69 por ciento de los italianos consultados en una encuesta de Eurobarómetro- que Europa se haga cargo de la crisis con una política común.
    Sin embargo casi la mitad -el 46 por ciento- considera que Italia no debe ayudar a los refugiados, y el 49 por ciento mira con sospecha a los ciudadanos de otros países de la Unión Europea que se mudaron a territorio italiano.
    El sondeo fue realizado en noviembre de 2015, tras agudizarse la crisis de los migrantes en la ruta balcánica pero antes de los ataques en parís, y presentado esta semana por la Comisión Europea en Roma.
    Además, el 50 por ciento de los italianos no se siente ciudadano europeo y el 63 por ciento está convencido de que los intereses de Italia no son tenidos en cuenta lo suficiente en Bruselas.
    Pero a la Unión Europa se le reconocen varias conquistas: sobre todo la libertad de movimiento (incluyendo la posibilidad de viajar, estudiar y trabajar en cualquier país de la Unión Europa) y la creación del euro.
    Emilio Dalmonte, director de la representación de la Comisión Europea en Italia, afirmó que es un dato "para reflexionar" el hecho de que la mitad de los italianos crean que no deben ayudar a los inmigrantes.
    "Las imágenes que llegan desde Idomene (Grecia, NDR) no son distintas de aquellas de los desplazados de hace 70 años en nuestro país", comentó, subrayando un dato en línea con el de países del este europeo tradicionalmente más escépticos con los refugiados, como Hungría, la República Checa y Eslovaquia.
    Según Mario Morcellini, docente de la Universidad La Sapienza de Roma, la responsabilidad es en gran parte de los medios, que agravaron la percepción de los italianos sobre la inmigración, mucho más allá de la medida real del fenómeno.