jueves, 31 de marzo de 2016

España cierra 2015 con un desfase presupuestario muy superior al previsto

MADRID.- España cerró 2015 con un desequilibrio fiscal muy superior al previsto que obligará a cualquier próximo Ejecutivo a someterse a la disciplina de Bruselas.

Según datos publicados el jueves, el déficit público en 2015 se situó en 55.755 millones de euros, un 5,16 por ciento del PIB, casi un punto más que el objetivo fijado por la Comisión Europea, que no se mostró del todo sorprendida por lo elevado de la cifra.
La cifra distorsiona las proyecciones para ejercicios sucesivos y probablemente obligará a negociar una flexibilización con Bruselas para el ejercicio en curso.
El ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, que hasta hace poco defendía que se estaría cerca de la meta del 4,2 por ciento, culpó del desfase a las Comunidades Autónomas.
La Comisión Europea, que lleva meses expresando sus dudas sobre la capacidad del país de cuadrar las cifras tanto en 2015 como en 2016 y advirtiendo sobre acciones disciplinarias, volvió a instar a tomar nuevas medidas en un momento de bloqueo político que impide decisiones presupuestarias.
Montoro anunció en rueda de prensa que comprometerá con Bruselas la aplicación de un mayor control sobre las finanzas de las Comunidades Autónomas, que cerraron con un déficit del 1,66 por ciento del PIB frente al 0,7 por ciento previsto.
Catorce de las 17 regiones superaron en 2015 la meta del 0,7 por ciento, con cuatro de ellas superando el nivel del 2,5 por ciento. Cataluña (2,7%) y Comunidad Valenciana (2,51%) se llevan más de la mitad de la desviación, según destacó Montoro.
Aunque mostró su preocupación por las cifras y recordó que Bruselas ya había anticipado un desfase, el Comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovisi, aplaudió las medidas de un mayor control regional para reducir el desfase.
Montoro dijo que el gobierno central aplicará estrictamente la ley de estabilidad presupuestaria, obligando entre otras cosas a las regiones incumplidoras a utilizar su parte de los 10.000 millones de euros que recibirán este año del Estado para reducir el déficit, sin que puedan incurrir en nuevo gasto.
Aunque Montoro puso el foco en las cuentas de las regiones, muchas de las cuales han dejado de ser gobernadas por el Partido Popular tras las últimas elecciones autonómicas, la Seguridad Social también disparó su déficit en 2015, hasta el 1,26 por ciento del PIB, el doble del 0,6 por ciento comprometido.
"Como resultado del desfase fiscal de 2015 y los retrasos en la formación de gobierno,, ahora esperamos una desviación fiscal significativa en 2016", dijeron analistas de Barclays, que proyectan déficit del 3,8 por ciento del PIB.
Desde París, el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, dijo que ya había comentado la desviación tanto con representantes de agencias de rating como con directivos de la Comisión Europea y señaló que lo importante para España es mantener el diferencial de crecimiento y conseguir un gobierno comprometido con la reducción del déficit.
Guindos, que dijo que las proyecciones apuntan a una ligera desaceleración del PIB hasta el entorno del 0,7 por ciento en el primer trimestre, sugirió que habrá que negociar nuevos objetivos de consolidación con Bruselas a la vista del mayor quebranto registrado en 2015.
Teniendo en cuenta las cifras definitivas de 2015 y su proyección sobre las cuentas de 2016, Guindos dijo que "se abre un periodo de interlocución con la Comisión Europea".
Todas las formaciones políticas, incluyendo el gobernante PP, han admitido que sería o podría ser necesario negociar una flexibilización de los objetivos de déficit, fijados en la ahora mucho más lejana cifra del 2,8 por ciento en 2016.
"Como resultado del desfase fiscal de 2015 y los retrasos en la formación de gobierno, ahora esperamos una desviación fiscal significativa en 2016", dijeron analistas de Barclays, que proyectan déficit del 3,8 por ciento del PIB.
El portavoz económico de Ciudadanos en el Congreso, Toni Roldán, dijo que el dato "pone en riesgo la estabilidad y credibilidad" y deja "un enorme agujero" al nuevo gobierno.
Aunque la proyección oficial pública seguía siendo del 4,2 por ciento, recientemente se supo que a mediados de octubre, a dos meses de las elecciones generales, España remitió sin hacer público un documento a Eurostat en el que ya proyectaba una cifra del 4,4 por ciento.
"Es muy grave la ocultación y la percepción que ha creado el PP con este malísimo dato de déficit", afirmó por su parte Luis Garicano, autor del programa económico de Ciudadanos.
Desde el PSOE, su responsable económico Jordi Sevilla dijo que el Gobierno de Mariano Rajoy no estaba legitimado para mandar a Bruselas un nuevo programa de estabilidad presupuestaria, como debe hacer en abril.

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