BRUSELAS.- La Comisión Europea
dio hoy luz verde al régimen fiscal específico del que se beneficiará
durante 25 años el consorcio Transadriático (TAP) por un acuerdo cerrado
con Grecia para la construcción del gasoducto que transportará a partir
de 2020 gas desde Azerbaiyán a la UE a través de Grecia, Albania e
Italia.
El Ejecutivo comunitario explicó en un comunicado que el pacto se ajusta a las normas de ayudas de Estado comunitarias.
En concreto, el acuerdo establece cómo TAP construirá y operará el
gasoducto y define las obligaciones de las partes y las características
del régimen fiscal especial que regirá a partir del comienzo de la
actividad comercial.
TAP es la parte europea del Corredor Gasista del Sur, de más de 3.500
kilómetros, que atraviesa siete países y pretende conectar el mercado
de la UE a nuevas fuentes de suministro de gas.
Con una capacidad inicial de 10.000 millones de metros cúbicos de gas
al año, el gasoducto TAP transportará gas desde el yacimiento Shah
Deniz II en Azerbaiyán a la UE a partir de 2020.
El gasoducto TAP, aprobado en 2013, comenzará en la frontera griega y pasará por Albania hacia Italia bajo el mar Adriático.
El consorcio, con sede en Suiza, está compuesto por BP, SOCAR y Snam en un 20 % y por Fluxys (19 %), Enagás (16 %) y Axpo (5 %).
Invertirá en total 5.600 millones de euros durante cinco años en el proyecto, de los que 2.300 millones se quedarán en Grecia.
La CE ha analizado el acuerdo entre Grecia y el consorcio dado que el
régimen fiscal especial podría dar al proyecto una ventaja económica
sobre sus competidores, que no se benefician de una medida similar, por
lo que implican ayudas de Estado.
El Ejecutivo comunitario ha analizado las directrices de 2014 sobre
energía y protección medioambiental y ha concluido que la iniciativa
contribuirá a la diversificación de fuentes de suministro y rutas
energéticas, dado que traerá gas desde la región del mar Caspio y
potencialmente Oriente Medio a la UE.
También sostiene que la competencia en los mercados gasísticos
europeos aumentará gracias a los volúmenes de gas adicionales y la nueva
ruta de suministro, y comprende que la construcción del gasoducto
requiere una inversión importante por adelantado durante varios años
antes de que el proyecto genere ingresos.
La iniciativa será financiada enteramente con inversiones privadas y
generará ingresos en la parte griega solo de las tarifas pagadas por los
clientes que transportan el gas en el gasoducto.
La CE determinó que el proyecto probablemente no se llevaría a cabo sin ayudas.
El régimen tributario especial incluye un mecanismo de ajuste que
limita las ventajas máximas para TAP, de manera que, si las tasas
fiscales griegas equivalentes aumentasen o bajasen más allá de un 20 %,
este instrumento ajustaría la contribución fiscal del consorcio.
Por ello la ayuda se limitará a lo mínimo necesario, afirma la
Comisión, que ha concluido que los beneficios del proyecto en términos
de mayor competencia y seguridad en el suministro energético "superan
cualquier posible distorsión" de la competencia por las ayudas de
Estado.
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