viernes, 11 de marzo de 2016

El BCE quema cartuchos y ahora toca a los Estados impulsar el crecimiento

PARÍS.- Ocho años después del inicio de la crisis, la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) topa con sus límites y muchos expertos abogan por que los propios Estados gasten más para que despegue el crecimiento en Europa.

"El BCE ha demostrado una galopante inventiva. Hace lo que puede con lo que tiene, pero la redistribución de esta política monetaria es ineficaz" constata Ludovic Subran, jefe economista de Euler Hermes, un día después de las nuevas medidas de reactivación anunciadas por el presidente de la institución, Mario Draghi.
Ante un crecimiento átono, una inflación casi nula y perspectivas económicas morosas, el BCE sacó el jueves la artillería pesada para evitarle una recaída a la zona euro, al recortar nada menos que a cero su principal tasa de interés.
Draghi dijo que se podría ir incluso más lejos, pero los economistas dudan que tenga más margen de maniobra, y por eso exhortan a los Estados a tomar el relevo, para estimular la demanda.
La OCDE fue la primera en lanzar este mensaje a mediados de febrero, al pedir a los países desarrollados, ante la degradación de las perspectivas económicas mundiales, que reactiven la demanda aumentando el gasto público.
"Los Estados pueden actualmente tomar prestado a largo plazo a tipos de interés muy bajos", subraya esta organización. Muchos Estados "tienen hoy margen para reforzar la demanda a través de la política presupuestaria", afirmó Catherine Mann, economista jefa de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
"La política presupuestaria es hoy restrictiva en la mayoría de las grandes economías", se lamentó Mann, para quien la política de austeridad aplicada en la zona euro desde el inicio de la crisis ya ha llegado al límite, y que los países con excedentes deben ahora apoyar la demanda.
En idéntica línea, el economista del Observatorio Francés de Coyunturas Económicas (OFCE) Paul Hubert aboga por una "política económica más pertinente" que "consiste en utilizar la política presupuestaria" para estimular la demanda y permitir que tengan más eficacia las medidas del BCE.
"Las condiciones de financiación de los Estados están en niveles históricamente bajos", explica, y da el ejemplo de Francia, que "gana dinero en 2016 cuando se endeuda a (un vencimiento de) menos de cuatro años".
La exhortación de la OCDE tiene como destino especial Alemania, país con grandes superávits, y primera economía de la zona euro.
El ministro de Finanzas francés, Michel Sapin, se refirió el jueves a ello. "Todo el mundo (en la zona euro) está desequilibrado y todo el mundo tiene que hacer esfuerzos", afirmó en rueda de prensa. Alemania "tiene que hacer esfuerzos porque su comercio exterior es muy favorable, y por tanto desequilibrado", añadió.
"Es necesaria un poco más de reactivación. Ya es hora", constata Subran. Es cierto que Europa lanzó el Plan Juncker para estimular la inversión, pero "su aplicación es decepcionante", se lamenta este economista.
En Shanghai, a finales de febrero, los ministros de Finanzas del G-20 ya dieron un primer paso y admitieron la necesidad de aplicar una política de reactivación presupuestaria, es decir, que los Estados aumenten su gasto público para sostener la actividad económica.

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