viernes, 11 de marzo de 2016

Draghi fija en los bancos la recuperación económica / José Hervás *

Bancos. Ha sido la palabra más repetida en la multitudinaria comparecencia del Presidente del Banco Central Europeo en la que ha anunciado un paquete de nuevas medidas para tratar de estimular la decaída economía de la zona euro y tratar de elevar la inflación a los niveles objetivo. Entre los sectores más favorecidos con la decisión de este jueves debe encontrarse el de la banca.

Mario Draghi ha anun­ciado que baja el tipo de in­terés al que presta el di­nero a los bancos al 0%. Eleva la compra de deuda men­sual hasta los 80.000 mi­llones de eu­ros, in­clu­yendo la ad­qui­si­ción de bonos de em­presa y au­menta la pe­na­li­za­ción para los de­pó­sitos que los bancos man­tengan en el BCE.

Deja además la puerta abierta a re­mu­nerar a los bancos por los cré­ditos que le pidan al BCE si los uti­lizan para es­ti­mular la eco­no­mía. Las me­didas son atre­vi­das, sin duda. Sobre todo tras volver a oir la ad­ver­tencia del mi­nistro de Finanzas ale­mán, Wolgang Schauble, con­trario a la con­ce­sión de di­nero fá­cil.

El pre­si­dente del BCE ha te­nido que con­fesar que la de­ci­sión no ha sido adop­tada por una­ni­mi­dad, como siempre bus­caba su pre­de­ce­sor, Jean Claude Trichet, sino por ma­yo­ría, aunque Draghi la haya ca­li­fi­cado de “apabullante ma­yo­ría”. Es lo mismo que ad­mitir que la de­ci­sión no ha con­tado con el apoyo del Gobernador del Bundesbank, Jens Weidmann, par­ti­dario de man­tener el statu quo.

Mantener la po­lí­tica de­fen­dida por Alemania, de no a todo, ‘nein zu allem’, ha dicho en alemán Mario Draghi, en la rueda de prensa pos­te­rior a la reunión del Consejo de Gobierno, nos lle­varía a “una de­fla­ción desas­tro­sa”. Era su res­puesta, sin men­cio­narlo, a la pre­ten­sión del Gobernador Weidmann.

Pese a las fil­tra­ciones de las im­por­tantes di­fe­ren­cias in­ternas en el Consejo de Gobierno del BCE, Draghi ha de­fen­dido la ‘decidida vo­lun­tad’ del Banco Central Europeo por ganar la lucha contra los muy bajos ni­veles de in­fla­ción ac­tua­les.

Frente al man­dato que tiene el BCE de man­tener ob­je­tivo de in­fla­ción en el en­torno del 2 %, pero por de­bajo de esta ci­fra, los datos pro­vi­sio­nales del mes de fe­brero han si­tuado la in­fla­ción de la eu­rozon en el -0,2 %.

Draghi ha in­sis­tido en dejar claro que le preo­cupa la si­tua­ción en que entra la banca con tipos de in­terés ofi­ciales en el 0 % y el eu­ribor en tasas ne­ga­ti­vas. Los grandes bancos ale­manes no atra­viesan su mejor mo­mento. Con pér­didas de­cla­radas de 6.800 mi­llones de euros el Deutsche Bank, y con unos ra­quí­ticos be­ne­fi­cios el Commerzbank, Alemani no puede pre­sumir de banca sa­neada.

Draghio, tras anun­ciar que los tipos de in­terés per­ma­ne­cerán ‘bajos, muy ba­jos’ du­rante bas­tante tiempo, en cambio ha re­cha­zado avanzar cuando po­drán fi­jarse in­cluso tipos de in­terés ne­ga­ti­vos, para tratar de evitar se­guir cas­ti­gando a la banca.

El pre­si­dente del BCE ha re­fle­xio­nado en voz alta pre­gun­tán­dose, “¿Significa esto que po­demos si­tuar los tipos de in­terés tan bajos como que­ramos sin que tenga con­se­cuen­cias para el sis­tema ban­ca­rio? La res­puesta es no”, ha sido la con­cu­sión de Mario Draghi.

Según fuentes ban­ca­rias es­paño­les, en el cada día más fluido diá­logo entre el sector y Mario Draghi, le ha­bían in­sis­tido en los riesgos que afrontan los bancos con los tipos de in­terés ba­jos, lo que puede ero­sionar to­davía más la baja ren­ta­bi­lidas ac­tual del sec­tor.

Estas mismas fuentes co­mentan que las múl­ti­ples re­fe­ren­cias que ha rea­li­zado en la rueda de prensa sobre el sector ban­cario son la más clara muestra de que Draghi les ha com­pren­dido. Las pa­la­bras de Georges Soros, aler­tando de que en Europa po­dría darse un caso si­milar al ‘Lehman Brothers’ de EEUU, si­guen pe­sando como una losa.

Nadie que­rría pasar a la his­toria como el que no supo en­tender los men­sajes de que se po­dría agu­dizar to­davía más la crisis si se de­jara caer otra en­ti­dad.

Ante la ne­ga­tiva de los po­deres pú­blicos de re­lajar las con­di­ciones de dé­fi­cit, el BCE ha op­tado por aplicar al­gunos de los muy po­de­rosos ins­tru­mentos que tiene en su mano. Si los Gobierno apo­yaran con me­didas fis­cales la de­ci­sión pi­lo­tada por Draghi se tran­qui­li­zaría a los mer­ca­dos, y se po­dría hacer viable un mayor cre­ci­miento que a día de hoy se muestra ra­quí­tico.

Pese a estar España en me­jores con­di­ciones que el resto de so­cios eu­ro­peos en ma­teria de cre­ci­miento, la usencia de un Gobierno es­table sa­lido de las ur­nas, hace más de­li­cada nuestra si­tua­ción.


(*) Periodista español

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