Bancos. Ha sido la palabra más repetida en la multitudinaria
comparecencia del Presidente del Banco Central Europeo en la que ha
anunciado un paquete de nuevas medidas para tratar de estimular la
decaída economía de la zona euro y tratar de elevar la inflación a los
niveles objetivo. Entre los sectores más favorecidos con la decisión de
este jueves debe encontrarse el de la banca.
Mario
Draghi ha anunciado que baja el tipo de interés al que presta el
dinero a los bancos al 0%. Eleva la compra de deuda mensual hasta los
80.000 millones de euros, incluyendo la adquisición de bonos de
empresa y aumenta la penalización para los depósitos que los
bancos mantengan en el BCE.
Deja además la puerta abierta a
remunerar a los bancos por los créditos que le pidan al BCE si los
utilizan para estimular la economía. Las medidas son atrevidas,
sin duda. Sobre todo tras volver a oir la advertencia del ministro de
Finanzas alemán, Wolgang Schauble, contrario a la concesión de
dinero fácil.
El presidente del BCE ha tenido que confesar
que la decisión no ha sido adoptada por unanimidad, como siempre
buscaba su predecesor, Jean Claude Trichet, sino por mayoría,
aunque Draghi la haya calificado de “apabullante mayoría”. Es lo
mismo que admitir que la decisión no ha contado con el apoyo del
Gobernador del Bundesbank, Jens Weidmann, partidario de mantener el
statu quo.
Mantener la política defendida por Alemania, de no a
todo, ‘nein zu allem’, ha dicho en alemán Mario Draghi, en la rueda de
prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, nos llevaría a
“una deflación desastrosa”. Era su respuesta, sin mencionarlo, a
la pretensión del Gobernador Weidmann.
Pese a las
filtraciones de las importantes diferencias internas en el
Consejo de Gobierno del BCE, Draghi ha defendido la ‘decidida
voluntad’ del Banco Central Europeo por ganar la lucha contra los muy
bajos niveles de inflación actuales.
Frente al mandato que
tiene el BCE de mantener objetivo de inflación en el entorno del 2
%, pero por debajo de esta cifra, los datos provisionales del mes
de febrero han situado la inflación de la eurozon en el -0,2 %.
Draghi
ha insistido en dejar claro que le preocupa la situación en que
entra la banca con tipos de interés oficiales en el 0 % y el euribor
en tasas negativas. Los grandes bancos alemanes no atraviesan su
mejor momento. Con pérdidas declaradas de 6.800 millones de euros
el Deutsche Bank, y con unos raquíticos beneficios el Commerzbank,
Alemani no puede presumir de banca saneada.
Draghio, tras
anunciar que los tipos de interés permanecerán ‘bajos, muy bajos’
durante bastante tiempo, en cambio ha rechazado avanzar cuando
podrán fijarse incluso tipos de interés negativos, para tratar de
evitar seguir castigando a la banca.
El presidente del BCE
ha reflexionado en voz alta preguntándose, “¿Significa esto que
podemos situar los tipos de interés tan bajos como queramos sin que
tenga consecuencias para el sistema bancario? La respuesta es
no”, ha sido la concusión de Mario Draghi.
Según fuentes
bancarias españoles, en el cada día más fluido diálogo entre el
sector y Mario Draghi, le habían insistido en los riesgos que
afrontan los bancos con los tipos de interés bajos, lo que puede
erosionar todavía más la baja rentabilidas actual del sector.
Estas
mismas fuentes comentan que las múltiples referencias que ha
realizado en la rueda de prensa sobre el sector bancario son la más
clara muestra de que Draghi les ha comprendido. Las palabras de
Georges Soros, alertando de que en Europa podría darse un caso
similar al ‘Lehman Brothers’ de EEUU, siguen pesando como una losa.
Nadie
querría pasar a la historia como el que no supo entender los
mensajes de que se podría agudizar todavía más la crisis si se
dejara caer otra entidad.
Ante la negativa de los poderes
públicos de relajar las condiciones de déficit, el BCE ha optado
por aplicar algunos de los muy poderosos instrumentos que tiene en
su mano. Si los Gobierno apoyaran con medidas fiscales la decisión
pilotada por Draghi se tranquilizaría a los mercados, y se
podría hacer viable un mayor crecimiento que a día de hoy se muestra
raquítico.
Pese a estar España en mejores condiciones que el
resto de socios europeos en materia de crecimiento, la usencia de
un Gobierno estable salido de las urnas, hace más delicada nuestra
situación.
(*) Periodista español
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