TOKIO.- El Banco de Japón
(BoJ) comenzó hoy su reunión mensual de dos días, donde analizará los
efectos financieros de su reciente decisión de bajar los tipos de
referencia a territorio negativo.
La mayoría de analistas no espera que la junta de política monetaria
de la entidad apueste por modificar este referencial, que el pasado 16
de febrero situó en el -0,1 por ciento para algunos depósitos de los
bancos nipones.
Tampoco está previsto que se modifique el volumen de su gigantesco
programa de compra de activos, puesto en marcha en 2013 con la meta de
lograr una subida estable de los precios en torno al 2 por ciento para
acabar con casi dos décadas de tendencia inflacionaria en el país
asiático.
Desde la introducción de la tasa referencial negativa algunos bancos
han recortado los tipos que aplican a hipotecas y depósitos, y al mismo
tiempo el rendimiento del bono nipón a 10 años se ha llegado a mover
también por debajo del 0 por ciento.
Aunque varios analistas cuestionan la efectividad del recorte de
tipos, el Gobernador del BoJ, Haruhiko Kuroda, dijo este mes que los
efectos de esta decisión se han diluido debido a la excesiva aversión al
riesgo que se ha impuesto en los mercados financieros en las últimas
semanas.
Kuroda está convencido de que la rebaja potenciará el crédito para el
sector privado y los hogares y ayudará a estimular la economía nipona,
que registró nuevamente una contracción en el trimestre
octubre-diciembre.
La reunión del BoJ llega en un momento de incertidumbre en el
panorama global y con la atención puesta en cada movimiento de los
bancos centrales.
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