lunes, 7 de marzo de 2016

El ministro de Finanzas chino pide rebajar las expectativas ante la reforma fiscal

PEKÍN.- El ministro de Finanzas chino, Lou Jiwei, pidió hoy que se rebajen las expectativas ante la reforma fiscal y presupuestaria que prepara su departamento, tras reconocer que se han producido retrasos y que no se están cumpliendo los plazos.

En una rueda de prensa en paralelo al pleno anual del órgano legislativo chino, Lou confirmó que el próximo 1 de mayo culminará la transición del impuesto de sociedades al impuesto sobre el valor añadido (IVA) en todos los sectores, tal y como anunció el primer ministro, Li Keqiang, el sábado pasado.
La reforma fiscal, que modificará la distribución de las cargas impositivas a empresas y particulares y la asignación de recursos del Gobierno central a los locales, tiene múltiples ramificaciones en otras iniciativas que persigue el Gobierno, como sus planes para reducir los excesos de capacidad de la industria.
Lou explicó que esta medida contribuirá al incremento del déficit fiscal hasta el 3 % del producto interior bruto (PIB) previsto para este año, con el que Pekín espera "vigorizar" el crecimiento económico rebajando las cargas impositivas a las empresas.
"Tenemos que decir claramente que las expectativas no deberían ser muy altas, tenemos que gestionar las expectativas, esto es un proceso", dijo el ministro de Finanzas chino.
La extensión del IVA a la construcción, el sector inmobiliario, las finanzas y los servicios de consumo estaba prevista inicialmente para 2015, pero se retrasó debido al gran número de empresas que operan en estas áreas de actividad.
"El progreso en la reforma del IVA el año pasado fue más lento de lo que esperábamos", concedió Lou, quien proclamó que se harán "todos los esfuerzos" para cumplir con la nueva fecha límite del 1 de mayo.
Lou recordó que la reforma fiscal tiene objetivos muy diversos que requieren la coordinación de todos los niveles de la administración y que la transición al IVA, que empezó a aplicarse de forma piloto en algunos sectores en 2012, es sólo uno de sus pasos.
Con este cambio, el Estado pasa de cobrar tasas sobre los ingresos brutos de las empresas a recaudarlos sobre la diferencia entre el precio de las materias primas antes de impuestos y sus costes de producción, con el objetivo de aliviarles la carga fiscal.
Según un estudio reciente del banco de inversión chino CICC, desde que se puso en marcha el programa piloto para introducir el IVA las firmas chinas han ahorrado alrededor de 75.000 millones de dólares en impuestos.

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