PEKÍN.- El ministro de
Finanzas chino, Lou Jiwei, pidió hoy que se rebajen las expectativas
ante la reforma fiscal y presupuestaria que prepara su departamento,
tras reconocer que se han producido retrasos y que no se están
cumpliendo los plazos.
En una rueda de prensa en paralelo al pleno anual del órgano
legislativo chino, Lou confirmó que el próximo 1 de mayo culminará la
transición del impuesto de sociedades al impuesto sobre el valor añadido
(IVA) en todos los sectores, tal y como anunció el primer ministro, Li
Keqiang, el sábado pasado.
La reforma fiscal, que modificará la distribución de las cargas
impositivas a empresas y particulares y la asignación de recursos del
Gobierno central a los locales, tiene múltiples ramificaciones en otras
iniciativas que persigue el Gobierno, como sus planes para reducir los
excesos de capacidad de la industria.
Lou explicó que esta medida contribuirá al incremento del déficit
fiscal hasta el 3 % del producto interior bruto (PIB) previsto para este
año, con el que Pekín espera "vigorizar" el crecimiento económico
rebajando las cargas impositivas a las empresas.
"Tenemos que decir claramente que las expectativas no deberían ser
muy altas, tenemos que gestionar las expectativas, esto es un proceso",
dijo el ministro de Finanzas chino.
La extensión del IVA a la construcción, el sector inmobiliario, las
finanzas y los servicios de consumo estaba prevista inicialmente para
2015, pero se retrasó debido al gran número de empresas que operan en
estas áreas de actividad.
"El progreso en la reforma del IVA el año pasado fue más lento de lo
que esperábamos", concedió Lou, quien proclamó que se harán "todos los
esfuerzos" para cumplir con la nueva fecha límite del 1 de mayo.
Lou recordó que la reforma fiscal tiene objetivos muy diversos que
requieren la coordinación de todos los niveles de la administración y
que la transición al IVA, que empezó a aplicarse de forma piloto en
algunos sectores en 2012, es sólo uno de sus pasos.
Con este cambio, el Estado pasa de cobrar tasas sobre los ingresos
brutos de las empresas a recaudarlos sobre la diferencia entre el precio
de las materias primas antes de impuestos y sus costes de producción,
con el objetivo de aliviarles la carga fiscal.
Según un estudio reciente del banco de inversión chino CICC, desde
que se puso en marcha el programa piloto para introducir el IVA las
firmas chinas han ahorrado alrededor de 75.000 millones de dólares en
impuestos.
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