domingo, 20 de marzo de 2016

Macri promete bajar desde junio la inflación en Argentina

BUENOS AIRES.- Al cumplir 100 días de gobierno, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, ratificó que bajará la inflación en el segundo semestre de 2016 y admitió haber cometido errores en el inicio de su gestión, que atribuyó a la urgencia por resolver, en entrevistas publicadas en tres diarios este domingo.

"En el segundo semestre va a bajar la inflación drásticamente. Siento que hay un primer paso hacia la felicidad y es que bajó la tensión" en el país, aseguró el mandatario.
La inflación, que superó el 8% en el primer bimestre del año, es la mayor preocupación de los argentinos, según sondeos divulgados el sábado, por delante de la inseguridad y el desempleo que trepó al tercer puesto.
El gobierno espera cerrar 2016 con una inflación entre 20 y 25%, pero consultoras privadas prevén que ello será difícil y que superaría el 30%.
El presidente dijo tener "confianza en que lo vamos a lograr (llegar a fin de año con un índice de inflación inferior a 25%). Igual lo más importante es que en el segundo semestre se va a reflejar una baja contundente que va a preparar la tendencia de 2017", amplió en el diario Clarín.
Afirmó que los ajustes de tarifas de servicios públicos, ya aplicados en la energía eléctrica y que también afectará el suministro de gas y el transporte "se terminará en el primer semestre" por lo que "los reacomodamientos ya no van a estar en el segundo y esto va a permitir aterrizar".
"El principal responsable de que exista inflación es el Gobierno porque gasta más de lo que puede y lo que debe. Hay que ir ajustando el gasto a lo que la gente paga de impuestos", sostuvo Macri, quien insistió que en el último año de gobierno de Cristina Kirchner (2007/2015) "hubo un descontrol del gasto público que fue grotesco".
Tras ganar el balotaje presidencial con 51%, el líder de la alianza de centroderecha Cambiemos, de 57 años, mantiene un alto porcentaje (69%) de aprobación a su gestión y una imagen positiva de 62%, de acuerdo a un sondeo de la consultora Poliarquía, pese a que el 43% de los argentinos califica la situación actual del país de regular y 30% de negativa.
Macri reconoció como un "error de base importante" en el inicio de su gestión la decisión de tomar medidas por decreto sin convocar al Congreso, que estaba en receso estival y de mayoría opositora pero fragmentada.
Así fue con la designación de dos jueces para completar la Corte Suprema de Justicia, medida de la que tuvo que dar marcha atrás y ahora atraviesan el proceso de aprobación en el Senado.
"Al principio, tal vez espasmódicamente, teníamos el impulso de querer ir más rápido y salteamos la necesidad del diálogo y del convencimiento general", reconoció, pero estimó que "sirvió para que la gente comprendiera que somos un gobierno que va a tomar decisiones".
Reclamó celeridad al Poder Judicial y se comprometió a dejar actuar a la justicia en eventuales casos de corrupción que puedan involucrar a integrantes de su gobierno.
"Yo pido celeridad, independencia. No voy a andar obstaculizando, acusándolos de destituyentes", afirmó.

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