domingo, 6 de marzo de 2016

Manuel Valls: "Es vital reformar Francia"

PARÍS.- El primer ministro francés, Manuel Valls, defendió hoy la necesidad de aprobar una reforma laboral que aporte "'flexiseguridad' a la francesa" y a la que se oponen buena parte de los sindicatos y el ala izquierda del gobernante Partido Socialista (PS).

"Queremos garantizar el modelo social y los derechos de los trabajadores dando más flexibilidad a las empresas", declaró el jefe del Gobierno galo en una entrevista que publica hoy el periódico "Journal du Dimanche (JDD)" y en la que Valls asegura que "es vital reformar Francia".
La entrevista se publica la víspera de que el primer ministro reciba a los distintos sindicatos para tratar sobre el anteproyecto de ley de la titular de Trabajo, Myriam el Khomri, una reforma que analizará el Consejo de Ministros el próximo 24 de marzo.
Antes, el texto será contestado en las calles el próximo miércoles, después de que una petición en línea contra la reforma haya recabado más de un millón de firmas en internet.
Se opone también al cambio legislativo un nutrido grupo de socialistas "rebeldes", liderados por Martine Aurby, la alcaldesa de Lille y exministra de Trabajo que aprobó la jornada laboral de 35 horas semanales, un símbolo para la izquierda francesa.
"Hay que completar y enriquecer el texto, pero lo que sería terrible es el statu quo", agregó Valls, quien subrayó que el Gobierno se ha dado dos semanas suplementarias antes de presentar oficialmente el proyecto de reforma para "mejorar y corregir lo que sea necesario del texto" y para combatir la "desinformación".
Entre los puntos más polémicos del anteproyecto de ley se cuenta el fijar un tope máximo a las indemnizaciones por despido (hasta ahora decididas en un tribunal laboral), los nuevos criterios para aplicar despidos económicos por la mala marcha de la empresa, o la primacía de los acuerdos en el seno de la empresa a los convenios colectivos.
"No le concederé ni un segundo al inmovilismo. Esta ley de trabajo es más visibilidad para las empresas y más protección para los trabajadores", agregó el primer ministro, quien cree que el texto eliminará precariedad a los jóvenes y a los trabajadores menos cualificados, los más afectados por el paro.
Valls desmintió que la ley elimine el suplemento salarial a las horas extraordinarias, que genere nuevos motivos de despido o que otorgue al empresario la capacidad de reducir unilateralmente los salarios de sus empleados.
"Quiero dar credibilidad a la 'flexiseguridad' a la francesa, dando nuevos derechos a los trabajadores", dijo Valls, quien cree que el anteproyecto de ley favorecerá que se firmen contratos indefinidos en lugar de temporales o eventuales.
En parte porque se fija un tope a las indemnizaciones por despido, lo que permitirá a las empresas, especialmente a las pequeñas y medianas, contratar indefinidamente porque podrán saber cuánto les puede costar prescindir de un trabajador, en lugar de ofrecer solo contratos de duración limitada, resumió.
El jefe del Gobierno galo espera poder sumar el apoyo de quienes quieran reformar el país, más allá de las diferencias políticas, y centrarse en el enemigo común: "La lucha contra el paro".
"Debemos reformar el derecho laboral, como han hecho nuestros vecinos. Reformar es difícil y es por eso por lo que me apego a ello con pasión", concluyó Valls.
Según un sondeo elaborado por Odoxa y publicado hoy por "Le Parisien", el 70 % de los franceses se opone a la reforma laboral, tres puntos más que el pasado 25 de febrero.
Se declaran en contra tanto quienes se dicen simpatizantes de izquierda (70 %) como los de derechas (68 %).

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