LONDRES.- Salir o no salir de la Unión Europea (UE), esa es la cuestión. Como la famosa frase de Hamlet al enfrentarse a una crisis
existencial a raíz de la muerte de su padre, el rey de Dinamarca, los
británicos tienen el 23 de junio que tomar una decisión fundamental
sobre la UE, cuyo resultado a día de hoy es impredecible.
El primer ministro del Reino Unido, David Cameron, ha citado a los
británicos a votar en el referéndum para que decidan si quieren quedarse
en una UE con reformas que favorecen al país o abandonar el bloque al
que se unieron en 1973.
Los últimos sondeos muestran poca diferencia de apoyo entre las dos
campañas, cuando faltan dos meses para un plebiscito que el Gobierno
considera trascendental para las futuras generaciones.
El resultado de la consulta puede "ir en cualquier dirección", afirmó Stephen Fisher, profesor de Sociología Política del Trinity
College de la Universidad inglesa de Oxford.
"Actualmente las encuestas de intención de voto colocan a las
campañas por quedarse o salir muy justas, con un 52% de apoyo por la
primera y el 48% por la segunda", subrayó el experto, quien admitió que
no está claro que la gente apoye la posición de Cameron, partidario de
quedarse en una Unión reformada.
Para Michael Thrasher, profesor de Política de la Universidad inglesa
de Plymouth, "cualquiera de los dos resultados es posible" debido a que
el nivel de indecisos es "sustancial".
"Creo que el electorado no se ha metido realmente en el asunto y
hasta que no hayan pasado las elecciones (locales y autonómicas
británicas) de mayo, los medios tampoco se meterán de lleno en este
tema" del referéndum europeo, dijo Thrasher.
La campaña por "quedarse", que respaldan Cameron y los principales
partidos, y la del "brexit", abanderada por el alcalde conservador de
Londres, Boris Johnson, intentan captar el apoyo de los indecisos,
aunque el nivel de participación electoral -sobre todo la edad de los
votantes- pueden definir el resultado de esta cita con las urnas.
El primer ministro ha pedido a los jóvenes que se movilicen de cara
al plebiscito y convenzan a padres y abuelos sobre la conveniencia de
mantenerse en el bloque de los 28.
Además, ha hecho llegar a cada hogar del país un folleto con los argumentos favorables a continuar en la Unión.
Según los expertos, no hay certeza sobre la cantidad de jóvenes que
votarán, aunque todo indica que menos de lo esperado, si bien se estima
que el 80 por ciento de los mayores de 55 años sí lo harán.
Los analistas coinciden en que los jóvenes se inclinan por no salir de la UE, mientras que la gente mayor prefiere marcharse.
"Hay más apoyo por el 'brexit' entre la gente con menos educación,
las personas mayores y aquellos que están en peor situación financiera",
admitió Fisher.
Preguntado sobre la posibilidad de que un atentado terrorista en el
Reino Unido pueda modificar en el último momento la forma en que la
población vote, Fisher no lo ve factible.
"La respuesta es que no particularmente, pero dependería de las circunstancias", agregó el catedrático de Oxford.
Para Thrasher, hay que esperar a que pasen los comicios locales y
autonómicos que se celebrarán el 5 de mayo en el Reino Unido para
conocer la tendencia de votación de la población, pues los medios se se
pondrán entonces a debatir en profundidad sobre los asuntos que más
preocupan.
Según Fisher, "las principales inquietudes que vinculan el respaldo
al 'brexit' son la inmigración y el control que tenga el Reino Unido de
sus propias fronteras".
Por su parte, Thrasher concluyó que si la inmigración se vuelve
relevante, "entonces, de alguna manera, el campo del 'brexit' necesitará
demostrar que el Reino Unido tendrá un mayor control sobre este asunto
si el país se separa del resto de la UE, y eso es algo muy difícil de
argumentar".
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