WASHINGTON.- El G-20 elevó ayer el
tono contra los países que incumplan los "estándares internacionales
acordados sobre transparencia" financiera y amenazó con sanciones, tras
la filtración de los papeles de Panamá, al que no hizo alusión.
"Reiteramos la gran prioridad que damos a la transparencia financiera
y la efectiva aplicación de los estándares de transparencia por todas
las partes", subrayó el G-20 (países avanzados y emergentes) en el
comunicado emitido en Washington por China, que ocupa este año la
Presidencia de turno del grupo.
De no cumplirse con estos estándares, el grupo subrayó que se
tomarían "medidas defensivas" contra los países que no colaboren "si no
realizan progresos".
No obstante, y al término de su cumbre ministerial celebrada en el
marco de la reunión del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco
Mundial (BM), el G-20 evitó concretar cuáles serían estas sanciones, y no
señaló cuáles son las jurisdicciones que no cumplen actualmente con
estas normas ni tampoco mencionó los papeles de Panamá.
Sí que instó a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE) a presentar "criterios objetivos", en la reunión
ministerial que el grupo celebrará el próximo julio en China, "para
identificar las jurisdicciones que no cooperan en respecto a la
transparencia internacional".
Durante la semana, la directora del FMI, Christine Lagarde, calificó
la revelación de los papeles de Panamá como "una llamada de alerta" ante
el problema mundial de la evasión fiscal.
A la preocupación sobre la debilidad de la economía global, que iba a
ser el eje central de las reuniones del FMI y el BM, se ha sumado la
difusión de los papeles de Panamá, lo que ha obligado a los países a
acelerar el proceso de coordinación internacional y discutir propuestas
más novedosas, como la del G-5.
La urgencia de este problema fue recalcado ayer cuando los ministros
de Finanzas del G-5 (Reino Unido, España, Francia, Italia y Alemania),
acordaron impulsar un sistema automático de intercambio de información
internacional con el objetivo sacar a la luz la identidad de los
propietarios reales de sociedades opacas.
Con esta propuesta, que acogió favorablemente el G-20 en su cumbre de
hoy, se pretende identificar, por un lado, al propietario real de las
sociedades opacas, para luego analizar si cumple con sus deberes
fiscales en su país de residencia.
Sobre las perspectivas para la economía mundial, el ministro de
Finanzas de China, Lou Jiwei, mostró un panorama donde los riesgos se
mantienen, pero parecen haberse estabilizado.
"El crecimiento sigue siendo modesto y desigual, y los riesgos a la
baja persisten en un ambiente de continuada volatilidad financiera,
retos encarados por los exportadores de materias primas y baja
inflación", dijo Jiwei en una rueda de prensa.
En la cita del FMI, que reúne a los responsables económicos de los
188 países miembros, se ha mostrado especial preocupación por la grave
recesión económica a que se enfrenta Brasil por segundo año consecutivo,
que será del - 3,8 % en 2016.
A la par, citó otros factores sombríos como los conflictos
geopolíticos, el terrorismo o la potencial salida del Reino Unido de la
Unión Europea (UE) que "también complican el paisaje económico global".
Como en anteriores ocasiones, los miembros integrantes del G-20 insistieron en su oposición a las devaluaciones competitivas.
"Reafirmamos nuestros compromisos previos sobre los tipos de cambios
(...), no los utilizaremos para propósitos competitivos. Resistiremos
todas las formas de proteccionismo", señaló la nota.
La asamblea del FMI y el Banco Mundial concluye este domingo en Washington.
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