LISBOA.- El Gobierno
portugués informó hoy de que continuará reduciendo el número de
funcionarios de forma paulatina hasta 2019 como parte de las medidas de
control presupuestario dirigidas a disminuir el déficit público.
El ministro de Finanzas, Mário Centeno, anunció la medida a la prensa
tras una reunión del Gobierno en la que fue aprobado el Programa de
Estabilidad 2016-2020, y afirmó que la estabilización del número de
funcionarios sólo se alcanzará para 2020.
A finales de 2015, el cuerpo de funcionarios en la administración
central, regional y local de Portugal se situaba en torno a los 650.000,
lo que representa aproximadamente el 12 % de los puestos de trabajo en
el país.
Desde 2011, el año en que Portugal firmó su rescate financiero, el
número de empleados púbicos se ha reducido en unos 75.000 (10 %).
Según explicó Centeno, en 2017 se mantendrá la regla vigente en la
actualidad: por cada dos trabajadores que abandonen la función pública,
entrará apenas uno nuevo.
Esta proporción, según desveló el ministro cuando la medida fue
incluida en el Presupuesto de 2016, supone una reducción de 10.000
funcionarios a lo largo del año y un ahorro público de 100 millones de
euros.
En los años siguientes, aumentará el ritmo de sustituciones, con tres
entradas por cada cuatro salidas en 2018 y cuatro entradas por cada
cinco salidas en 2019.
El titular de Finanzas subrayó que la medida, que está asociada a las
jubilaciones en la función pública, fue tomada por iniciativa del
Gobierno debido a la necesidad de reducir el déficit y no como una
exigencia de la Comisión Europea.
También en referencia a la función pública -uno de los sectores más
castigados por la austeridad en los últimos años-, Centeno anunció que
habrá incentivos a la productividad y que se van a descongelar los
ascensos.
Según las metas incluidas en el Programa de Estabilidad, el Gobierno
portugués espera cerrar 2017 con un déficit público del 1,4 %, lo que
supone una reducción de ocho décimas respecto al dato de 2016, lo que se
traduce en medidas por un valor de 1.400 millones de euros.
El documento también apunta a un estancamiento de la economía de
Portugal, que volverá a crecer un 1,8 % en 2017, lejos del 3,1 % que
recogía el programa de Gobierno presentado por el Partido Socialista
antes de llegar al poder en noviembre.
Centeno admitió que el escenario previsto en el programa es "un
ejercicio prudente, teniendo en cuenta el escenario internacional, al
que la economía portuguesa es tan sensible".
El Programa de Estabilidad -que debe reflejar cada año las medidas
específicas que prevén adoptar los gobiernos para lograr sus objetivos
económicos y fiscales- será debatido el próximo 27 de abril en el
Parlamento, donde los socialistas esperan lograr el visto bueno de sus
socios de la izquierda radical.
A continuación, el documento será enviado a las instituciones comunitarias para su análisis.
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