PARÍS.- El primer ministro francés, Manuel Valls, ha anunciado este lunes
medidas destinadas a favorecer la inserción de los jóvenes en el mercado
para apaciguar la contestación de una reforma laboral que ha provocado
numerosas protestas y manifestaciones.
"Francia debe escuchar a la juventud", ha declarado Valls en una
rueda de prensa tras haber presentado a ocho organizaciones
estudiantiles estas medidas, que costarán entre 400 y 500 millones de
euros anuales.
La principal organización sindical del alumnado, la UNEF, se ha
mostrado "satisfecha" por esas medidas que responden a "reivindicaciones
de los jóvenes" pero no renuncia a la movilización contra el proyecto
de ley y mantiene la manifestación prevista para el 28 de abril.
Desde el anuncio de un proyecto de reforma para favorecer la
contratación y tratar de atajar el desempleo, miles de personas, entre
ellas numerosos jóvenes, han salido a la calle para denunciar un texto
considerado demasiado "liberal". Una oposición que preocupa al Ejecutivo
socialista, a un año de las próximas elecciones presidenciales.
Entre las medidas anunciadas este lunes, los jóvenes de origen
modesto titulares de una beca podrán solicitar su prolongación tras
sacarse el diploma y hasta que encuentren un empleo, aunque solo durante
cuatro meses. Unos 126.000 jóvenes podrían encontrarse en esta
situación, según el Gobierno.
Para luchar contra la precariedad que afecta particularmente a los
jóvenes y alentar las contrataciones indefinidas, Valls también ha
anunciado que los contratos de corta duración tendrán una mayor
imposición.
Tras más de un mes de movilización, "ya es hora de que el Gobierno
escuche nuestras reivindicaciones", dijo el domingo William Martinet,
presidente de la UNEF.
La cita de este lunes era estratégica para el Gobierno, en un momento
de fuerte contestación procedente de las organizaciones juveniles, con
frecuentes manifestaciones y bloqueos de liceos y universidades. El
pasado sábado 120.000 personas se manifestaron en Francia, según el
ministerio del Interior. Las marchas del 9 y del 31 de marzo habían
sacado a la calle a 224.000 y 390.000 personas, respectivamente, siempre
según las autoridades. Las protestas se saldaron con varios altercados y
centenares de detenciones.
Los jóvenes forman el grueso de las concentraciones que desde el 31
de marzo se producen en plazas simbólicas de varias ciudades francesas,
un movimiento bautizado como 'Nuit Debout', con epicentro en París y
cuyas reivindicaciones van mucho más allá de la retirada de la reforma
laboral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario