PARÍS.- Mucho antes de las revelaciones de
los 'Panama Papers', el gabinete panameño Mossack Fonseca ya era bien
conocido por el Gobierno chino y cooperaba con las autoridades y bancos
estatales para ayudarlos en sus inversiones internacionales.
Mossak Fonseca, presente desde el
año 2000 en China, especialista en domiciliaciones 'offshore' y ahora
en el corazón de un escándalo planetario, estableció sólidos vínculos
institucionales al más alto nivel en la segunda economía mundial,
reflejan antiguas versiones archivadas de su página web.
El
gabinete tiene hoy una implantación en Hong Kong y siete oficinas en
China continental, pero en los últimos 16 años había abierto hasta 11
oficinas en el país, convertido en su principal mercado. Algunas
oficinas han cerrado desde entonces.
Sin embargo, antes de que
estallara el escándalo, el nombre de la firma era bastante desconocido
en medio de los negocios de China, según los profesionales
En cambio, Mossack
Fonseca estaba bien introducido en la altas esferas del Estado: así,
organizó "conferencias sobre inversiones" para el ministerio de Comercio
y para su 'think-tank' (Chinese Academy of International Trade and
Economic Cooperation), según las páginas de su web hoy no visibles.
En
2014, las agencias gubernamentales invitaban a representantes de
Mossack Fonseca a explicar a estas empresas cómo las sociedades
'offshore' podían facilitar sus inversiones en el extranjero.
Por
su lado, el China Economic Weekly, una revista dependiente del Diario
del Pueblo, el órgano del Partido Comunista? publicó en 2007 una
entrevista con Zhang Xiaodong, "responsable de las actividades en Asia"
del gabinete panameño. En ella elogiaba las ventajas de la domiciliación
'offshore' para eludir las restricciones impuestas por algunos países,
mediante la disimulación del origen de los fondos invertidos.
Zhang citaba en especial el fracaso del grupo petrolero chino CNOOC en comprar la firma energética estadounidense Unocal, por razones de
seguridad nacional. "Las sociedades 'offshore' permiten evitar este tipo
de riesgo (...) Es difícil así para los demás determinar si los
inversores vienen solamente de China", comentaba.
Sin citar
nombres, Zhang contaba cómo Mossack Fonseca había ayudado a un cliente
chino a comprar una empresa europea mediante un complejo montaje, que
incluía una sociedad 'offshore', una fundación y una firma domiciliada
en Luxemburgo.
En una nota de
informaciones de noviembre de 2008, Mossack Fonseca insistía en las
"buenas relaciones" con dos bancos estatales: Chinese Merchants Bank y
Shanghai Pudong Development Bank, a los que ayudaba a supervisar cuentas
de clientes 'offshore'.
Entre enero de 2007 y septiembre de 2009,
en al menos cinco ocasiones, representantes del despacho panameño
formaron a empleados de bancos y participaron en conferencias
patrocinadas por ellos.
Según el Consorcio Internacional de
Periodistas de Investigación (ICIJ), más de 16.300 sociedades 'offshore'
establecidas por Mossack Fonseca, es decir, un tercio de sus firmas
'offshore' activas todo el mundo en 2015, se hicieron por cuenta de
clientes en Hong Kong y en China continental. La mayoría de ellas
estaban domiciliadas en las Islas Vírgenes británicas.
Las
inversiones de China en esta jurisdicción del Caribe -un conocido
paraíso fiscal- han pasado de 1.880 millones de dólares en 2007 a casi
4.570 millones en 2014, según las cifras gubernamentales chinas.
Las
sociedades 'offshore' no son ilegales en sí y Mossack Fonseca no era el
único en proponer servicios de domiciliación a clientes chinos, también
cortejados por conocidos gabinetes como OIL, Sovereign Trust y OCRA.
Pero
"no he visto una sola vez a este gabinete [Mossack Fonseca] asociado a
compras reales", observa Paul Gillis, profesor en la Universidad de
Pekín, experto en auditorías. El objetivo de las firmas 'offshore' era
"probablemente sacar dinero de China, de forma que no se pudiera
remontar a la fuente", afirma.
De ahí que fuera un canal
privilegiado para beneficios de dudoso origen: el banco central chino
reconoció en 2011 que más de 120.000 millones de dólares habían sido
colocados en el extranjero por responsables corruptos.
El
ICIJ ha revelado además que allegados a ocho miembros, actuales o
antiguos, del todopoderoso comité permanente del buró político del
Partido Comunista Chino, órgano dirigente del país, habían tenido
haberes en paraísos fiscales
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