WASHINGTON.- España continúa al
frente las grandes economías de la zona euro, con una expansión prevista
del 2,6 % para este año y del 2,3 % para el próximo, pero verá
"suavizarse" la tendencia alcista de los últimos semestres, adelantó hoy
el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"El crecimiento en España se proyecta que se suavice, aunque se mantenga por encima de la media de la zona euro", afirma el FMI.
Estas cifras están incluidas en su informe de "Perspectivas
Económicas Globales", divulgado hoy al inicio de la reunión de primavera
del organismo y el Banco Mundial (BM).
Los datos suponen una rebaja de una décima respecto a lo anticipado
en enero pasado para este año y dejan sin cambios las proyecciones para
2017.
Sin embargo, implican un cambio de tendencia en las previsiones del
Fondo para la economía española, después de varios semestres
consecutivos de revisiones al alza.
El pronóstico de la institución dirigida por Christine Lagarde es
inferior a las previsiones del Gobierno español, que situó el
crecimiento estimado para 2016 en el 3 %.
Asimismo, el Fondo anticipa que la tasa de desempleo continuará su
paulatino descenso en España hasta bajar del 20 % este año, con una tasa
estimada del 19,7 % al finalizar 2016 y del 18,3 % al cierre de 2017.
La inflación, por su parte, seguirá en terreno negativo en 2016, con
un -0,4 %; y no se prevé que repunte hasta 2017, cuando se elevará hasta
un 1 %.
España, no obstante, se mantendrá como la economía de la zona euro
que más crece de las cuatro mayores, por encima del 1,5 % de Alemania y
del 1,1 % de Francia (en ambos casos dos décimas menos que en enero), y
del 1 % de Italia (tres décimas menos que tres meses atrás).
En Portugal se espera que la actividad se desacelere hasta el 1,4 %
este año y el 1,3 % el próximo, mientras que en Grecia, tras una
contracción del 2,6 % en 2016, se prevé que vuelva a terreno positivo
con un crecimiento del 2,7 % en 2017, según el Fondo.
La economía de la eurozona crecerá un 1,5 % este año y un 1,6 % en
2017, dos y una décima menos, respectivamente, de lo augurado tres meses
atrás.
"La modesta recuperación de la economía del euro seguirá en 2016 y
2017, con la debilitada demanda externa compensada por los efectos
favorables de los bajos precios de la energía, una leve expansión fiscal
y condiciones financieras acomodaticias", indica el documento.
Pero, advierte, "el crecimiento potencial seguirá siendo débil, como
resultado de los legados de la crisis (alta deuda privada y pública,
baja inversión y una erosión en la formación de los trabajadores debido
al alto desempleo de largo plazo)".
Por ello, la institución recalca la importancia de ahondar en las
políticas de estímulo monetario, como la aplicada por el presidente del
Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, pero insiste en que los
bancos centrales "no pueden cargar solos con la responsabilidad de hacer
frente a los desafíos actuales".
En una nueva arremetida contra Alemania, sin citarla, el Fondo
asegura que los países con margen fiscal "no deberían esperar a
utilizarlo" e insiste en que la inversión en infraestructura, en los
actuales bajos niveles de tipos de interés, debe ser considerada "como
atractiva".
La reunión de primavera del FMI y el BM reúne durante esta semana en
Washington a los líderes económicos de los 188 países miembros de ambas
instituciones, formadas en 1944 tras los acuerdos de Bretton Woods.
En la agenda, además de la renovada preocupación sobre la debilidad
global y las dudas sobre los emergentes, se sumará el debate sobre los
paraísos fiscales tras las filtraciones de los "papeles de Panamá", y la
necesidad de una política concertada global para hacer frente al
problema de la evasión fiscal.
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