miércoles, 20 de abril de 2016

La Alemania de Merkel recrudece su campaña para sustituir a Draghi / José Hervás *

Los políticos conservadores alemanes han acentuado su batalla para desalojar de su silla de Fráncfort al presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi. Políticos de distinto cariz se han sumado a las duras críticas que realizó su ministro de Finanzas, Wolfgang Schauble, el sábado 9 de abril, al pedir abiertamente acabar con la política de la flexibilidad cuantitativa, la base del programa de Mario Draghi para relanzar la economía europea.

Entre estos po­lí­ticos se en­cuen­tran re­pre­sen­tantes de la CSU, el par­tido her­mano de la CDU de Angela Merkel, que pocos días des­pués de la nueva in­ter­ven­ción del mi­nistro de Finanzas han ma­ni­fes­tado en dos foros pú­blicos dis­tintos que quieren que el pró­ximo pre­si­dente del BCE sea ale­mán.

Pese a que el man­dato de Mario Draghi dura hasta no­viembre del 2019, nadie duda que si hasta ese mo­mento no ha lugar a que se pro­duzca el re­levo del ban­quero ita­liano, lo que pa­rece más claro, según fuentes es­pañolas im­pli­cadas en la cues­tión, es que al menos los ale­manes que­rrán que se pro­duzca un cambio de po­lí­tica.

Lo ha in­ten­tado du­rante el pa­sado fin de se­mana Wolfgang Schauble, quien en la reunión de los prin­ci­pales mi­nis­tros de fi­nanzas del Mundo en Washington se mostró par­ti­dario de que se pro­duzca un au­mento de los tipos de in­terés tanto en Europa como en Estados Unidos.

Fuentes es­pañolas re­cuerdan que esta ba­ta­lla, en la que Alemania quiere im­poner una po­lí­tica mo­ne­taria más es­tricta, viene de le­jos, pero que España no tiene mucho que decir en la misma, por su pér­dida de in­fluen­cia.

La única pre­sencia ac­tual en el Consejo de Gobierno del BCE la os­tenta el Gobernador del Banco de España, Luis María Linde, y su peso co­rres­ponde a la li­mi­tada in­fluencia de España como país en la es­cena in­ter­na­cio­nal.

Tras haber per­dido el puesto de miembro de Consejo de Gobierno que ocu­paba González Páramo, España ha per­dido a su vez peso en el pro­ceso de de­ci­siones en el alto or­ga­nismo. Pero como to­davía falta mucho tiempo para el cambio de miem­bros del con­sejo de Gobierno, fuentes ofi­ciales ase­guran que España ni se ha plan­teado esa al­ter­na­tiva.

Un res­pon­sable del PP con­si­dera que esta cues­tión está, en este mo­mento, fuera de la agenda del Gobierno. Con un Gobierno en fun­cio­nes, con las elec­ciones a punto de con­vo­carse, pensar en los cam­bios fu­turos del BCE, y te­niendo en cuenta que a su pre­si­dente no se le ha de cam­biar hasta el 2019, es como ha­blar de otra ga­la­xia.

Admite este res­pon­sable que España se pudo equi­vocar al apostar por un fun­cio­nario del BCE, como era Sáenz de Vicuña, cuando se le pre­sentó como can­di­dato a ocupar el puesto de con­se­jero que de­jaba va­cante González Páramo.

También in­ter­preta que fue una equi­vo­ca­ción al­guno de los ac­tuales con­se­jeros del Banco de España, pero con­si­deran que di­fí­cil­mente un es­pañol hu­biera po­dido hacer una po­lí­tica más fa­vo­rable para nuestro país que la que está lle­vando a cabo el equipo de Mario Draghi, aun con las re­servas de Alemania.

Como mues­tra, señalan cómo la banca es­pañola, junto con la ita­liana, según los datos dados a co­nocer este mismo martes por el BCE, son los que han re­la­jado más las con­di­ciones para con­ceder cré­ditos a sus clien­tes.

Estas mismas fuentes restan im­por­tancia a las de­cla­ra­ciones de los dos res­pon­sa­bles de la CSU du­rante las úl­timas ho­ras, plan­teando que el pró­ximo pre­si­dente del BCE sea ale­mán.
Para España, las de­cla­ra­ciones de Hans-Peter Friedrich, vi­ce­pre­si­dente del grupo CDU/CSU en el Bundestag y las del por­tavoz de la CSU, Hans-Peter Uhl, tienen la misma es­casa re­le­vancia que su par­tido tiene dentro de la gran coa­li­ción con la CDU, quien os­ten­taría el ver­da­dero peso en el Gobierno y en su ca­pa­cidad de hacer pro­puestas en este ám­bito.

Para las fuentes es­pañolas se trata de una ba­talla in­terna de cara a las pró­ximas elec­ciones ale­ma­nas, que se pro­du­cirán dos años antes de que se deba cam­biar al pre­si­dente del banco emisor eu­ro­peo. Por ello con­si­deran que una vez que se ce­le­bren las mis­mas, la pre­sencia de un alemán con peso fi­nan­ciero en la pre­si­dencia del BCE, como pedía Hans-Peter Uhl, que­dará en un ma­teria poco menos que para ex­per­tos.

Y como prueba de que las de­cla­ra­ciones no de­jarán de ser una ba­talla in­terna en Alemania dan por hecho que en la reunión de mañana jueves del con­sejo de Gobierno del BCE no habrá el menor paso atrás en las de­ci­siones adop­tadas en las úl­timas reuniones a pro­puesta de Mario Draghi.

Dan por se­guro que estos serán los he­chos, los bancos po­drán se­guir fi­nan­cián­dose muy ba­rato y po­drán se­guir dando cré­di­tos. Lo de­más, ase­guran no pasa de ser opi­niones que no deben al­terar la que con­si­deran acer­tada senda de Mario Draghi. Ahora quien tiene que en­trar en ayuda son los go­bierno y re­lajar sus po­lí­ti­cas.


(*) Periodista español

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