PANAMÁ.- El avance tecnológico y la demanda del mercado laboral acorde con
las nuevas realidades, ponen en peligro hoy la existencia de viejos
oficios en Panamá, según vaticinios de algunos expertos.
Para el director de Planificación de la Universidad de Panamá, Enrique
Lau Cortés, hay trabajos que ya prácticamente no existen, entre ellos el
cartero, mecanógrafo, técnicos de radios, zapatero, modistas y sastres.
Tesis que es sustentada por estudios realizados por el observatorio ocupacional de la Universidad de Panamá, herramienta creada hace 10 años para monitorear permanentemente a los egresados de esa casa de altos estudios a través de un método de consulta directa.
El cartero, por ejemplo, fue reemplazado por los correos electrónicos, mientras al zapatero, lo afectan los bajos costos de este producto en el mercado, pues la gente prefiere comprar un zapato nuevo, explicó el catedrático.
En materia profesional, acotó, hay carreras cuyas matrículas prácticamente desaparecieron como es el caso de bibliotecología, archivología, filología, antropología y arqueología, a las que se suman matemática, física y química, donde el personal es escaso.
Pero también hay disciplinas en las que la tecnología desplazó la mano de obra como sucede con el dibujante arquitectónico de planos, labor que ahora realiza una computadora con tan solo introducir algunos datos, detalló.
Hoy los jóvenes tienden a estudiar carreras que están saturadas en el mercado laboral como administración de empresas, derecho y ciencias políticas, sin pensar en la necesidad que tiene el país de contar con profesionales científicos, afirmó Lau Cortés.
Sin embargo, para la gerente de reclutamiento de la firma Manpower, Alejandra Vega, los oficios evolucionaron y se ofrecen de manera diferente, pues solo así logran estar a la vanguardia de la tecnología y encontrar oportunidades en el mercado laboral.
Es el caso, dijo, de las secretarias, que ahora son asistentes porque remplazaron las máquinas de escribir por las computadoras.
En general, los oficios informales se formalizaron porque eso es lo requiere el mercado, concluyó Vega.
Tesis que es sustentada por estudios realizados por el observatorio ocupacional de la Universidad de Panamá, herramienta creada hace 10 años para monitorear permanentemente a los egresados de esa casa de altos estudios a través de un método de consulta directa.
El cartero, por ejemplo, fue reemplazado por los correos electrónicos, mientras al zapatero, lo afectan los bajos costos de este producto en el mercado, pues la gente prefiere comprar un zapato nuevo, explicó el catedrático.
En materia profesional, acotó, hay carreras cuyas matrículas prácticamente desaparecieron como es el caso de bibliotecología, archivología, filología, antropología y arqueología, a las que se suman matemática, física y química, donde el personal es escaso.
Pero también hay disciplinas en las que la tecnología desplazó la mano de obra como sucede con el dibujante arquitectónico de planos, labor que ahora realiza una computadora con tan solo introducir algunos datos, detalló.
Hoy los jóvenes tienden a estudiar carreras que están saturadas en el mercado laboral como administración de empresas, derecho y ciencias políticas, sin pensar en la necesidad que tiene el país de contar con profesionales científicos, afirmó Lau Cortés.
Sin embargo, para la gerente de reclutamiento de la firma Manpower, Alejandra Vega, los oficios evolucionaron y se ofrecen de manera diferente, pues solo así logran estar a la vanguardia de la tecnología y encontrar oportunidades en el mercado laboral.
Es el caso, dijo, de las secretarias, que ahora son asistentes porque remplazaron las máquinas de escribir por las computadoras.
En general, los oficios informales se formalizaron porque eso es lo requiere el mercado, concluyó Vega.
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