Los Bancos mexicanos desatienden a los pobres

MÉXICO.- Los bancos en México le dan la espalda a los pobres, a quienes rara vez les prestan, y cuando lo hacen les imponen tasas muy altas que los endeudan y aumentan su precariedad, afirman expertos internacionales.

    A esta conclusión llegan dos estudios realizados por los organismos financieros internacionales Bankable Frontier Associates (BFA), Financial Diares, Gesoc y Metlife Foundation.
    "De fiado en fiado. Crédito para cubrir gastos en los hogares" y "Estirando el gasto", son los títulos de los análisis realizados por estas instituciones en los cuales se indica que "los bancos y las instituciones financieras privadas" de México "no están disponibles para las familias más pobres".
    Si personas con escasos ingresos buscan un crédito para comprar un predio, arreglar la casa o pagar las cuotas escolares o enfrentar una emergencia es inútil recurrir a la banca, porque "les exige condiciones imposibles de cumplir".
    Las investigaciones fueron realizadas durante un año entre 185 familias pobres en una zona rural del estado de Oaxaca, sureste de México, en una comunicad semiurbana de Puebla, vecina a la capital, y en Ciudad de México. Según los resultados del análisis, las personas suelen recurrir a esquemas tradicionales de crédito como "la tanda", un método informal en el cual rara vez se entregan intereses, o se ven obligados a "pedir fiado", como se llama a un crédito a la palabra que otorga una tienda a sus clientes.
    En el peor de los casos, recurren a cadenas que se enfocan a los más pobres como "Elektra", con presencia en varios países latinoamericanos, o Coppel, que bajo la promesa de recibir "pagos chiquitos" cobra intereses muy altos.
    Otra de sus opciones es acudir a una casa de empeño, pero la alternativa es sólo para desesperados pues cobra intereses "de usura" que pueden llegar a 372%, según estadísticas oficiales, además de que se tiene que dejar una prenda como garantía.
    Cifras de la Asociación Nacional de Casas de Empeño (ANACE) revela que 35 millones de mexicanos (el 30%) acceden a préstamos de este tipo cuyos intereses anuales más bajos son de más de 40%, que es lo que cobran las tarjetas de crédito bancarias.
    El préstamo promedio otorgado a los que recurren al "empeño" es de 1.000 pesos (unos 65 dólares), y suele ser empleado para adquirir medicamentos, materiales escolares, pagar las tarifas de electricidad, teléfono o gas, e incluso para adquirir alimentos.
    Casi la mitad de la población adulta recurre cada año al financiamiento más caro del sector financiero para enfrentar gastos diarios emergentes, según la ANACE.
    Otra de las alternativas es el llamado "Banco de los Pobres", fundado por Muhammad Yunus en Bangladés, que desembarcó en 2009 en México, asociado con el magnate Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo, a través de su Fundación Slim.
    Bajo el nombre de "Grameen Carso", esa entidad cubre una mínima parte de las necesidades de los más pobres de México, pues cuenta apenas con unos 59.000 clientes y con 28 filiales en los estados de Zacatecas (centro), Puebla (sur) y Oaxaca y Chiapas (sureste).
    El "Banco de los pobres" se propone generar el 1% de la economía del país, pero todavía está muy lejos de esa meta.
    El banco trabaja con grupos de cinco mujeres, máximos ocho y otorga préstamos para la creación de micronegocios, que pueden ser financiamientos para la compra de máquinas para carnicería, fotocopiadoras y crianza de animales.
    Los financiamientos oscilan entre los 4.000 (unos 250 dólares) y los 35.000 pesos (unos 2.000 dólares) y cobra una tasa de interés de 30% anual, aún muy superior respecto a los préstamos hipotecarios o personales que otorgan los bancos a la clase media y alta, pero más baja que la mayoría de las instituciones que financian a personas de bajos ingresos.
    Sin embargo, la diferencia es que son "préstamos a la palabra", es decir, no requieren garantía, sino el compromiso de un grupo de mujeres de pagar a tiempo.
    Los préstamos para los pobres no son siempre una apuesta al fracaso, pues el banco "Compartamos", enfocado a otorgar créditos a personas de escasos ingresos, con presencia también en Perú y Guatemala, ha sido designado más rentable del mundo, según un estudio del banco europeo UBS.