LISBOA.- El primer ministro
portugués, el socialista António Costa, salió hoy al paso de las voces
que reclaman sanciones a nivel europeo para España y Portugal por no
cumplir con sus objetivos de reducción del déficit y defendió que evitar
estas multas es una cuestión "de interés nacional".
En su intervención en el debate quincenal de hoy en el Parlamento
luso, Costa hizo referencia directa al ministro de Finanzas alemán,
Wolfgang Schauble, uno de los líderes políticos que asumió públicamente
no estar de acuerdo con la estrategia de Bruselas de aplazar su decisión
sobre posibles sanciones a ambos países.
"Yo digo aquí que no quiero sanciones y no estoy en Bruselas
aplaudiendo al líder del Partido Popular Europeo, que defiende las
sanciones, ni aplaudo a Schauble cuando pide sanciones para Portugal",
subrayó el jefe del Gobierno luso en una crítica dirigida a la oposición
conservadora.
Costa consideró una "injusticia" cualquier multa a Lisboa debido a
que el incumplimiento del déficit se produjo, en su opinión, como
consecuencia de las políticas de austeridad aplicadas por el anterior
Ejecutivo, ya que los socialistas sólo llegaron al poder a finales de
noviembre de 2015.
Además, también calificó de inmerecidas las sanciones "justo en el
año en que, por primera vez, la propia Comisión Europea prevé que
Portugal saldrá del déficit excesivo".
"Debemos luchar para que no sean aplicadas", insistió el dirigente
socialista, quien apuntó que su partido no debe ser "ingenuo" y asumir
culpas que no son suyas.
La líder del Bloque de Izquierda -tercera fuerza más importante del
país-, Catarina Martins, planteó durante la sesión su extrañeza ante
estas críticas de algunos dirigentes europeos y las relacionó con un
intento de "penalizar" el acuerdo de izquierdas que permitió el ascenso
de los socialistas al Gobierno.
En este sentido, recalcó que sus ataques sobre el déficit están
basados "en los resultados del anterior" Ejecutivo, de signo
conservador.
"No quiero creer que haya una gestión política de ese criterio de
sanciones en función de la actual mayoría (de izquierdas) que gobierna
en Portugal. Sería el colmo, sancionar a una mayoría política de la que
no se gusta por el resultado alcanzado en realidad por una mayoría
política que era presentada como un alumno ejemplar", zanjó Costa.
El déficit público de Portugal se situó en 2015 en el 4,4 % del PIB, cuando su meta era dejarlo por debajo del 3 %.
El impacto millonario en las cuentas públicas de la liquidación del
Banco Internacional de Funchal (Banif) a finales de diciembre, afectó
notablemente estas cifras, aunque excluyendo esta operación el déficit
igualmente habría cerrado en torno al 3,2 % del PIB, de acuerdo con los
cálculos de Bruselas.
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