ROMA.- Los primeros
ministros de Italia, Matteo Renzi, y de Japón, Shinzo Abe, se reunieron
hoy en Florencia (centro) y coincidieron en subrayar la necesidad de que
los países del G7 acometan reformas estructurales para evitar futuras
crisis.
"Hemos compartido la opinión de que de los países del G7 se espera
una aceleración de las reformas estructurales acompañada de una
movilización de unas políticas fiscales flexibles", dijo Abe en una
comparecencia retransmitida en directo.
Todo para "que se pueda superar la coyuntura (económica) actual,
evitar la recaída en futuras crisis y estimular el crecimiento".
El primer ministro de Japón, país que organizará la cumbre del G7 el
26 y 27 de mayo, viajó a Florencia para conmemorar junto a Renzi el 150
aniversario de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Abe opinó que el G7 "debe demostrar cohesión, enviar un mensaje
fuerte" y en respeto a valores comunes como "la libertad, la democracia,
los Derechos Humanos y el respeto de la legalidad" ante problemas como
el terrorismo internacional o la crisis migratoria.
Renzi por su parte destacó las buenas relaciones entre ambos Estados,
que disfrutan de "una colaboración a 360 grados, un nivel de amistad
que es para nosotros -dijo- un elemento de orgullo y alegría".
En este sentido recordó inversiones japonesas en Italia, como la
compra de la división ferroviaria de Finmeccanica por parte de Hitachi o
el acuerdo entre Enel Green Power y Marubeni para desarrollar negocios
energéticos en el Pacífico.
Tras el encuentro, Renzi y Abe visitaron la Galería Uffizi, donde
contemplaron pinturas como "El Nacimiento de Venus" o "La Primavera" de
Botticelli.
Acto seguido recorrieron el pasillo Vasariano, que transcurre sobre
el Ponte Vecchio y cuyo acceso está prácticamente reservado a
autoridades y jefes de Estado y de Gobierno.
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