BARCELONA.- El presidente de la Independent
Community Bankers of America (Icba), Camden Fine, ha rechazado la idea de que un elevado número de entidades financieras sea un
problema, como se plantea en Europa, porque en Estados Unidos hay
"muchos más bancos" y el sistema financiero está creciendo con fuerza y
alcanzando niveles precrisis.
Antes de ofrecer una
conferencia del Círculo Financiero de la Societat Econòmica Barcelonesa
d'Amics del País en la sede de La Caixa, ha explicado que el negocio de
la banca americana está comportándose mejor que en los últimos años, y
ha considerado que, si bien la banca europea tiene desafíos por delante,
está "trabajando" para afrontarlos.
Frente al debate público de demasiadas entidades en Europa, en
su conferencia se ha mostrado contrario a una excesiva concentración en
Estados Unidos y al concepto 'demasiado grande para quebrar': "Creemos
que los activos están demasiado concentrados en pocas manos --los 20
bancos más grandes del país tienen el 60% de los activos totales--, y da
demasiado poder a demasiadas pocas manos, y esa no es nuestra tradición
en Estados Unidos"; también ha rechazado las malas prácticas de Wall
Street y su aparente inmunidad.
Icba agrupa a 6.082 entidades financieras no cotizadas --la
mitad de propiedad familiar y la otra mitad con entre 20 y 400
inversores privados--; cada entidad tiene menos de 10.000 millones de
dólares en activos --más de 5.000 tiene menos de 1.000 millones en
activos--, y la mayoría operan únicamente en un Estado de Estados Unidos
o en una región concreta de un Estado, aunque hay algunas nacionales.
Mientras que solo tienen una cuota de mercado de poco más del
20% en depósitos, alcanzan el 65% en los créditos a pequeños negocios y
emprendedores --que ha destacado que crean dos de cada tres nuevos
puestos de trabajo--, y otorgan tres de cuatro préstamos del sector
agrícola, con 1.500 bancos registrados como agrícolas.
Los bancos comunitarios de Estados Unidos han conseguido
exenciones en Basilea III respecto a la definición de capital, de riesgo
y de nivel de apalancamiento, y dentro de la "confusa", múltiple y
cambiante regulación financiera del país americano, tal y como la ha
definido, han conseguido 110 exenciones.
Ha reivindicado que Basilea III no tiene sentido para la banca
comunitaria porque nunca se pensó para pequeños bancos: "Queremos
volver a Basilea I, puede aprobarse el año que viene, depende de cómo
salgan las elecciones".
De hecho, ha relatado que en Estados Unidos nunca se aprobó
Basilea II porque no les gustaba, y luego llegó la crisis y "todo el
mundo se olvidó de Basilea II", si bien sí está en análisis una
normativa específica para los bancos comunitarios.
Respecto a cómo ha afectado la crisis a la banca comunitaria
de Estados Unidos, ha señalado que había 8.000 entidades antes de la
crisis, y 469 quebraron, muchas en Florida y Georgia por el colapso del
mercado inmobiliario, pero lo ha relativizado, ya que en la crisis
agrícola de los años 80 fueron 4.000 las que desaparecieron.
Preguntado por un asistente a la conferencia por el auge del
candidato republicano Donald Trump en su carrera a la presidencia de
Estados Unidos, ha reconocido que era algo impensable para la opinión
pública estadounidense hace un año, pero que ahora ven que "puede
ganar".
Ha considerado que Hillary Clinton tiene problemas y ella no
es su marido: "Su marido todavía es muy popular y se le quiere mucho,
pero no a ella, no hace campaña tan bien como su marido, no se comunica
tan bien ni se relaciona tan bien como lo hacía su marido".
Además, ha recordado que el FBI la está investigando por
utilizar información clasificada de forma muy descuidada a través de su
correo electrónico personal, y hay gente que dice que ya la ha hackeado:
"Si el FBI recomienda acusarla antes de la convención nacional de los
demócratas, se acabó para ella".
Entre los asistentes a la conferencia estaban el director
general de la Agrupación Europea de Cajas de Ahorros y Bancos Minoristas
(ESBG por sus siglas en inglés), Chris de Noose, y el presidente de
CaixaBank, Isidre Fainé, que actualmente es el presidente de la ESBG.
En el discurso de presentación, Fainé ha destacado que las
nuevas tecnologías no pueden sustituir por completo la relación entre el
banquero y el cliente, y ha incidido en la importancia del papel de
inclusión financiera de la banca local estadounidense, área que a Wall
Street "no le interesa".
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