MÉXICO.- El Fondo Monetario
Internacional (FMI) informa que aprobó una nueva y más amplia
línea de crédito flexible para México por dos años, en un esfuerzo por
ofrecer más protección a la segunda mayor economía de Latinoamérica
frente a los choques externos y la incertidumbre financiera global.
El FMI dijo que autorizó la línea de crédito flexible
(LCF) por 88.000 millones de dólares (más de 79.000 millones de euros),
en reemplazo de la anterior por unos 67.000 millones de dólares, que
vencía en noviembre.
México acordó la primera LCF con el FMI en el 2009, que no ha utilizado y que ha renovado regularmente.
"El nuevo acuerdo bajo la LCF, por un monto mayor al
anterior, continuará desempeñando un papel importante en apoyar la
estrategia macroeconómica de las autoridades al proveer un seguro contra
riesgos externos mayores y al apuntalar la confianza de los mercados",
dijo el FMI en un comunicado.
El prestamista internacional señaló que las autoridades
mexicanas no tienen intención de hacer uso de la línea y que planean
reducir el monto de acceso en el futuro.
Tras el anuncio, el peso mexicano se mantenía estable
en alrededor de 18.41/dólar, aunque se encaminaba a su cuarto cierre
semanal consecutivo a la baja en medio de expectativas de una pronta
alza de tipos por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos.
Una funcionaria del FMI dijo durante una conferencia
telefónica que las autoridades mexicanas, que solicitaron la ampliación
de la línea de crédito, "estaban preocupadas acerca del alza en los
riesgos externos (...) la mayor volatilidad financiera global (y) el
incremento en los riesgos que enfrentan los mercados emergentes".
El Banco de México (central) y la Secretaría de
Hacienda, por su parte, dijeron que la incertidumbre respecto a las
decisiones de política monetaria en las economías avanzadas,
particularmente en Estados Unidos, su principal socio comercial, incidió
en la solicitud de renovar anticipadamente la LCF.
"El mayor acceso a la línea de crédito flexible servirá
para incrementar la solidez de la economía mexicana y la confianza ante
un entorno volátil e incierto", agregó la Comisión de Cambios de
México, que integran la Secretaría de Hacienda y el Banco de México.
Otros riesgos por delante se refieren a un menor ritmo
de crecimiento económico en los mercados emergentes y los persistentes
precios bajos de materias primas como el petróleo, una importante fuente
de ingresos para México.
El secretario de Hacienda de México, Luis Videgaray, y
el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, defendieron en
sendas entrevistas con radios locales la decisión del FMI, que Videgaray
calificó como un "voto de confianza" al país.
Sobre la reciente volatilidad de la moneda local, que
se ha depreciado más de un 7.0 por ciento en lo que va de mayo,
Videgaray destacó que las autoridades monetarias estarían dispuestas a
intervenir "de manera inmediata" en caso de detectar especulación contra
el peso.
Carstens, por su parte, consideró que la volatilidad de
la moneda será de corto plazo pues está relacionada con la posible alza
de tipos de la Fed, que tiene previsto anunciar su decisión de política
monetaria a mediados de junio.
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