BRUSELAS.- "No hay un plan B" en caso de
'brexit' repiten los responsables europeos, sin embargo los preparativos
para "el día después" del referendo británico ya han comenzado entre
bambalinas en Bruselas, mientras que París y Berlín estudian una
iniciativa conjunta.
Sea cual fuere el resultado del voto del 23
de junio sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea, algo
habrá cambiado al día siguiente en el bloque, deberá darse un nuevo
impulso tras retener la respiración durante meses archivando los
proyectos susceptibles de alienar a la opinión pública británica.
Los
representantes de varios países europeos, entre ellos de Alemania,
Francia e Italia, se reunieron el lunes discretamente en Bruselas con
Martin Selmayr, el influyente director del gabinete del presidente de la
Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, para preparar el día siguiente
al referendo británico, informó una fuente diplomática que pidió no ser
identificada.
"El tema, era sobre todo la comunicación, lo que
dirán oficialmente unos y otros, y cómo", el 24 de junio, sea cual sea
el resultado del voto de la víspera, confió esta fuente, asegurando que
no hubo "discusiones de fondo sobre las consecuencias" del referendo.
Interrogado
sobre este tipo de reuniones, un portavoz del Gobierno alemán no quiso
contestar. "No puedo ni confirmar ni negar" que haya habido tales
"reuniones confidenciales", dijo este viernes Hans-Georg Streiter.
La
próxima gran reunión, esta vez oficial, ya está en agenda: se trata de
la cumbre de jefes de Etado y de Gobierno de la UE que fue desplazada al
28 y 29 de junio, unos días después del referendo, y en la que las
consecuencias del voto deberían dominar el orden del día.
A
la espera, París y Berlín ya comenzaron a sentar las bases de una
iniciativa conjunta, después de que el tándem franco-alemán pareciera
haberse desentendido los últimos meses de toda esta crisis existencial
que atraviesa Europa.
Una fuente diplomática que pidió no ser
identificada dijo que se empezó a discutir un proyecto común
entre las dos capitales, sin precisar no obstante su contenido.
"Tenemos
que tener un mensaje político, un método, un calendario", estimó por su
parte un alto responsable europeo, defendiendo esta "iniciativa
franco-alemana" y abogando por un "discurso político sobre los valores".
Este proyecto se enfocaría sobre todo a la seguridad, pero daría
también perspectivas para la juventud y no se limitaría a la zona euro,
agregó.
El alcance de esta iniciativa aún poco clara será quizás
precisada el domingo en Verdún, en el este de Francia, en donde François
Hollande y Angela Merkel, se reunirán para conmemorar el centenario de
una de las batallas más mortíferas de la Primera Guerra Mundial. Los dos
dirigentes, que darán un discurso, programaron un almuerzo de trabajo,
en el que discutirán sobre la crisis migratoria, pero el tema del Reino
Unido también estará en agenda.
La decisión de los británicos, en
un sentido u otro, pondrá fin a meses de febrilidad en la UE, en donde
todo nuevo proyecto está paralizado para no alimentar la campaña de los
partidarios a dejar la UE en el Reino Unido, tras más de 40 años de
pertenencia al bloque.
A la espera, los diplomáticos y
funcionarios europeos, han recibido consignas de discreción, en
particular frente a la prensa. En la Comisión, una fuente que también
pidió no ser identificada declaró sin embargo que se le pidió a los
juristas que dejaran en espera sus proyectos de vacaciones en el mes de
julio.
"Escucho cada vez más gente que dice: 'Ok para aceptar las
especificidades británicas, ok para ayudar a los que quieren permanecer
en la UE, pero si no están contentos que se vayan", dijo un responsable
del Partido Popular Europeo (derecha), el principal partido del
Parlamento Europeo, partidario de mantener al Reino Unido en la UE.
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