LONDRES.- La actividad del sector
manufacturero de los Estados Unidos se ralentizó en mayo hasta su nivel
más débil desde octubre de 2009, según refleja el índice PMI, elaborado
por Markit, que se situó en 50,5 puntos, frente a los 50,8 puntos correspondientes al mes de abril.
Esta ralentización se debe principalmente a que la producción
estadounidense ha registrado su primer descenso desde septiembre de 2009
como consecuencia de la incertidumbre económica global.
Según se desprende del informe de Markit, "varias empresas"
han señalado que "la incertidumbre sobre la perspectiva económica
mundial ha provocado que sus clientes retrasen las decisiones de gasto",
lo que ha llevado a estas empresas a recortar sus calendarios de
producción.
Una lectura del índice PMI superior a 50 puntos supone
expansión de la actividad, mientras que un resultado por debajo de este
umbral indica contracción.
"El débil dato del PMI manufacturero pone en duda la habilidad
de la economía estadounidense para recuperarse del decepcionante
comienzo de año en el segundo trimestre", ha comentado al respecto el
economista jefe de Markit, Chris Williamson.
El informe apunta a que el sector manufacturero limitará el
crecimiento estadounidense durante el segundo trimestre, por lo que,
"una vez más" la economía dependerá del sector servicios y,
particularmente de los consumidores, para poder sustentar el
crecimiento.
Williamson, además, ha alertado de que los pedidos pendientes
están reduciéndose a su nivel más alto desde la recesión y de que el
"cualquier subida" en los precios se debe principalmente a los mayores
costes de las materias primas, especialmente el petróleo.
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