BRUSELAS.- La comisaria europea
de Comercio, Cecilia Malmström, volvió hoy a garantizar que el acuerdo
de libre comercio e inversiones con EE. UU. (TTIP) "no rebajará" la
regulación europea sobre protección de consumidores o medioambiente,
tras revelarse documentos de la negociación que muestran la presión
estadounidense.
"Ningún acuerdo comercial de la UE rebajará jamás nuestro nivel de
protección de consumidores, seguridad alimentaria o medioambiente. Los
acuerdos comerciales no cambiarán nuestras normas sobre organismos
modificados genéticamente, cómo producir una carne segura o cómo
proteger el medioambiente", declaró Malmström en su blog.
La comisaria europea salió así al paso de la filtración por parte de
Greenpeace Holanda de documentos de la negociación del TTIP que muestran
por primera vez las posiciones de EE. UU. en diferentes áreas y sus
intentos por que la Unión Europea (UE) se adapte a sus demandas.
"Cualquier acuerdo comercial de la UE sólo puede cambiar la
regulación haciéndola más fuerte (...) Ningún acuerdo comercial limitará
nuestra capacidad de impulsar nuevas normas para proteger a nuestros
ciudadanos en el futuro", aseveró la comisaria.
Insistió en que tiene un "claro mandato para las negociaciones
otorgado por los 28 Gobiernos de la UE" con las "líneas rojas que no son
negociables".
Los documentos filtrados, "textos consolidados" de la negociación,
reflejan la postura entre corchetes de ambas partes pero no un acuerdo
entre ellas, por lo que "no debería ser una sorpresa que haya áreas en
las que la UE y EE. UU. tengan puntos de vista diferentes", subrayó
Malmström.
"Simplemente es normal que dos partes en una negociación quieran
conseguir cuantos más objetivos mejor. Eso no quiere decir que la otra
parte ceda a esas demandas. No quiere decir que las partes llegarán a un
acuerdo intermedio. En áreas en las que estemos demasiado alejados en
una negociación, simplemente no llegaremos a un acuerdo", aclaró la
comisaria.
Por su parte, el jefe negociador comunitario, Ignacio García Bercero,
recordó en una rueda de prensa que, "por lo que respecta a la UE, no
hay problema" en el sentido de que las posiciones expresadas por la
Unión en esos papeles "ya eran públicas".
"Dicho esto, toda negociación con un país tercero se ha de hacer con
respeto y esto incluye la posición de EE. UU., que ellos no querían que
fuera pública", apuntó.
Según García Bercero, "francamente, algunos de los puntos que ha destacado Greenpeace sobre estos documentos es errónea".
Se refirió en concreto a que la UE esté ignorando el principio de
precaución o que ambas partes no vayan a hacer referencia a la excepción
de la Organización Mundial del Comercio sobre medidas para la
protección de la salud o el medioambiente, que será incluida en un
capítulo diferente aún no consolidado, aseguró.
Sobre el poder de los grupos de presión en las negociaciones, recalcó
que "querer consultar a la industria no es nada particularmente
sorprendente", a la vez que insistió en que la UE consulta tanto a la
industria como a las organizaciones de consumidores, medioambientales o
sindicatos.
"Se está exagerando el grado de divergencia de puntos de vista", dijo
García Bercero, y recordó que EE. UU. ya "ha aceptado que nada de lo
que las dos partes hagan puede debilitar el grado de protección en
nuestras respectivas regulaciones".
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