LONDRES.- El acuerdo alcanzado este
miércoles entre Grecia y sus acreedores europeos reduce el riesgo de
asistir a una reedición de la crisis veraniega que hace un año llegó a
colocar al país heleno al borde de salir de la eurozona, lo que llegó a
conocerse como 'Grexit', aunque los riesgos de incumplimiento del
programa se mantienen altos ante el escaso margen del Gobierno para
sacar adelante las reformas planteadas y la ausencia de medidas
inmediatas para aliviar la carga de la deuda griega, según señalan las
agencias Fitch y Moody's.
"La decisión del Eurogrupo de autorizar el desembolso de 10.300
millones de euros para Grecia es positiva para la solvencia", declaró
Alpona Banerji, analista de Moody's, quien consideró que el acuerdo
"alivia el riesgo de una crisis de liquidez, especialmente en el corto
plazo".
Los analistas de la agencia Fitch coincidieron en destacar que el
acuerdo alcanzado "reduce el riesgo de otra crisis de liquidez este
verano", mientras que incentiva al país a completar el tercer programa
de rescate.
Asimismo, apuntaron que refleja "las mejores relaciones entre
Grecia y sus acreedores oficiales" en contraste con la confrontación
durante las negociaciones del verano pasado.
No obstante, ambas agencias destacaron que este pacto no introduce
medidas significativas para el alivio de la deuda griega, lo que puede
hacer cada vez más complicado al Gobierno del país heleno implementar
las reformas del tercer programa de rescate, por lo que subrayan que
"los riesgos de implementación se mantienen altos".
En este sentido, desde Moody's señalaron que el planteamiento por
el Eurogrupo de una "hoja de ruta" sobre un alivio de la deuda griega
resulta positivo para el crédito al constatar el creciente consenso
entre los países del euro y las instituciones, FMI, BCE y Comisión
Europea, sobre esta cuestión.
"Consideramos que los riesgos de implementación en Grecia sigue
siendo altos dada la pequeña mayoría del Gobierno, la debilidad
institucional y el trasfondo de descontento social", añadió Banerji.
Por su parte, los analistas de Fitch advirtieron de que el
carácter gradual y condicionado a la evolución del programa de las
potenciales medidas de alivio de la deuda podrían incentivar a las
autoridades griegas a cumplir las condiciones, aunque teniendo en cuenta
el historial de retrasos en anteriores programas, todavía existe un
alto riesgo de incumplir el objetivo de superávit para 2018, cuando
Grecia debería lograr un 3,5% del PIB de superávit primario.
"Este riesgo podría aumentar si la condicionalidad del acuerdo de
este miércoles supusiera que un alivio considerable de la deuda fuera
visto por las autoridades griegas como una perspectiva distante o
inalcanzable", apuntaron.
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