FRÁNCFORT.- El ministro de
Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, dijo hoy que tuvo que decir al Banco
Central Europeo (BCE) que su política monetaria tiene consecuencias y
que mucha gente tiene miedo del aumento de los euroescépticos.
En un congreso financiero celebrado en Fráncfort, Schäuble defendió
la independencia del BCE pero puntualizó, que "esta independencia exige
un mandato limitado, no hay demasiada flexibilidad en la interpretación
porque, de lo contrario, se daña la independencia".
"Yo no critiqué la política monetaria pero lo que hice y tuve que
hacer, como líder político, tuve que decirles las consecuencias de esa
política monetaria y la corriente política en Alemania", dijo Schäuble.
El ministro de Finanzas alemán añadió que "conozco mucha gente que
tiene miedo del aumento de los sentimientos euroescépticos, incluso en
la opinión pública alemana, no sólo en Austria, Holanda, Francia y el
Reino Unido", también en Alemania.
Schäuble hizo hincapié en que tuvo que advertir de esas consecuencias
y dijo que los bajos tipos de interés no es la causa de que los bancos
alemanes tengan problemas con sus modelos de negocio.
Hace varias semanas Schäuble llegó a responsabilizar al presidente
del BCE, Mario Draghi, del auge del populismo de derechas en Alemania.
Por su parte, el presidente de las autoridades alemanas de
supervisión financiera (BaFin), Felix Hufeld, instó hoy en el congreso
al sector financiero a reestructurar sus modelos de negocio en caso de
que los tipos de interés sigan tan bajos durante un periodo de tiempo
indefinido.
El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, dijo la pasada noche en
el acto de inauguración del congreso que el BCE no debería prolongar
demasiado el periodo de tipos de interés muy bajos.
Esta semana el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha dicho que el
sector bancario alemán "tiene que adaptarse a un periodo prolongado de
bajos tipos de interés".
El FMI ha presentado en Fráncfort los resultados de su evaluación del
sistema financiero de Alemania, en los que hace hincapié en que los
bancos alemanes, especialmente las cajas de ahorro y los bancos
públicos, son poco rentables y tienen problemas estructurales desde hace
tiempo.
Esta baja rentabilidad refleja, según el FMI, el legado de la crisis
financiera, las provisiones para litigios y "la necesidad de ajustar
los modelos de negocio al entorno regulador posterior a la crisis, a los
cambios tecnológicos y "la ineficacia estructural desde hace mucho
tiempo".
El FMI señala en el análisis, que será examinado por el consejo a
finales de junio en Washington, que la reducción de costes de los bancos
alemanes es "lenta", si bien los créditos problemáticos son bajos y
disminuyen.
"De cualquier manera, algunas instituciones financieras siguen
estando muy apalancadas", según el FMI, que también instó a los
supervisores a prestar atención al sector asegurador, especialmente los
seguros de vida que, debido a los bajos tipos de interés, tienen menos
capacidad de cumplir sus compromisos de rentabilidad garantizados en el
futuro.
El análisis del FMI sobre el sistema financiero de Alemania también
indica que la supervisión unificada del BCE y el mecanismo único de
resolución "han tenido un impacto positivo" pero recomienda hacer más
este área.
El FMI critica que hay una falta de datos por parte de los bancos
alemanes, que "afecta negativamente todos los aspectos de la supervisión
financiera y el seguimiento de los riesgos".
En este sentido, el FMI añadió que "los supervisores necesitan
comunicar sus expectativas a los bancos", lo que incluye fortalecer la
función supervisora de los consejos de vigilancia, control interno y
auditoría, exposiciones y riesgos operacionales.
Además, el FMI insta a los grandes bancos alemanes con operaciones
transfronterizas a completar "rápidamente" un plan de resolución.
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