PARÍS.- El presidente
francés, François Hollande, justificó hoy la adopción sin votación
parlamentaria de la reforma laboral de su Gobierno ante la existencia de
"una minoría de bloqueo" dentro de su partido que impedía sacar
adelante la ley.
El recurso al artículo 49.3, que permite aprobar una ley sin el voto
en la Asamblea, "conviene cuando hay una minoría de diputados que
bloquean la adopción" de un proyecto, señaló Hollande durante el Consejo
de Ministros, según dijo a la prensa el portavoz del Gobierno, Stéphane
Le Foll.
Según Le Foll, Hollande reiteró a sus ministros que la reforma
laboral persigue al tiempo "afianzar los derechos de los trabajadores" y
"conseguir la flexibilidad necesaria para que las empresas puedan
contratar, sobre todo en indefinido".
El portavoz del Ejecutivo señaló que Hollande tiene previsto
"explicar" a los ciudadanos esa reforma laboral e implicarse de forma
directa en la defensa de una ley que ha movilizado en su contra a miles
de personas en diversas manifestaciones en el país en el último mes y
medio.
La oposición a la reforma laboral de un grupo de diputados
socialistas disidentes, que representan el ala más izquierdista del
partido, hacía incierta la aprobación de esa ley, considerada una de las
últimas grandes iniciativas de la actual legislatura.
Por ello, el primer ministro, Manuel Valls, recibió la autorización
para aprobarla con este mecanismo legislativo que, automáticamente,
posibilita la presentación de una moción de censura, algo que ya han
hecho los conservadores.
Los disidentes del Partido Socialista (PS), por su parte, están
buscando el apoyo de otros diputados de izquierda (excomunistas y
ecologistas) para presentar otra moción paralela, para lo cual necesitan
la firma de 58 parlamentarios.
Este grupo de socialistas tiene previsto mantener una reunión esta
misma tarde para evaluar, igualmente, si apoyan la moción de la derecha.
En este sentido, Le Foll se mostró convencido de que la moción de
censura no prosperará (necesita la mayoría simple de los diputados) y
advirtió a los diputados socialistas disidentes de las consecuencias que
tendría para ellos votar junto a la derecha.
"Votar con la derecha es ser de derechas (...) Me parece
incomprensible que la izquierda tumbe al Gobierno", aseguró, tras el
Consejo de Ministros, la ministra de Trabajo, Myriam El-Khomri, que da
nombre a la reforma laboral.
Le Foll, por su parte, aseguró que el ambiente en el Gobierno es
"sereno", al tiempo que se mostró convencido de que la censura no
prosperará.
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