sábado, 14 de mayo de 2016

El gobierno polaco, con el viento económico a favor / Antonio Sánchez-Gijón *

El Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) acaba de dar un buen espaldarazo a las perspectivas económicas de Polonia, en momentos en que la nueva administración y el nuevo presidente por un lado, y las instituciones europeas por otro, se miran con cierta desconfianza.

El par­tido con­ser­vador Ley y Justicia, del pre­si­dente Jaroslaw Kaczynski, ganó la ma­yoría par­la­men­taria a raíz de las elec­ciones de oc­tubre de 2015 (37% de los votos a su fa­vor) gra­cias a la di­vi­sión in­terna del par­tido li­be­ral. Kaczynski y su pri­mera mi­nis­tra, Beata Szydlo, han em­pren­dido una po­lí­tica con tintes con­ser­va­dores en ma­teria de li­ber­ta­des, con to­ques so­ciales de tipo po­pu­lista, al tiempo que lanzan am­bi­ciosos planes de desa­rrollo eco­nó­mico y se pro­ponen adoptar un perfil más acu­sado en ma­teria de se­gu­ri­dad.

El go­bierno tiene por de­lante una ac­tiva agenda in­ter­na­cio­nal, que com­prende la ce­le­bra­ción en Polonia del Consejo Atlántico, en julio pró­ximo, y pro­mover la can­di­da­tura del an­te­rior primer mi­nistro Donald Tusk a la pre­si­dencia del Consejo Europeo para los pró­ximos dos años.

El con­sejo de la OTAN puede ser la oca­sión para una puesta a examen de la po­lí­tica de de­fensa de Polonia, que en opi­nión de los crí­ticos no está a la al­tura de los desafíos pre­sen­tados por Rusia, sobre todo en re­la­ción con el apoyo di­plo­má­tico y eco­nó­mico que Varsovia trata de prestar a Ucrania frente a las pre­siones ru­sas.

El BERD prevé un cre­ci­miento de 3,6% en 2016, aunque va­ti­cina que se per­derán dos dé­cimas en 2017. Esa alta tasa sigue la ten­dencia del 2014 y 2015, con cre­ci­mientos del 3,3% y 3,5% res­pec­ti­va­mente. Polonia tiene un paro en torno al 10% de la mano de obra teó­rica, aunque hay una nu­me­rosa po­bla­ción tra­ba­ja­dora en otros países de la Unión.

Una eco­nomía mo­de­ra­da­mente fa­vo­rable
El go­bierno de Polonia man­tiene su dé­ficit en ni­veles me­dios de la zona euro (3%), y so­porta una deuda per­fec­ta­mente lle­va­dera si se la com­para con la de los países del Sur de Europa. Hasta ahora Polonia había man­te­nido una buena va­lo­ra­ción por parte de Standard and Poors (A-), pero esta agencia acaba de cam­biarla a BBB+, po­si­ble­mente de­bido a am­bi­ciosos planes de desa­rrollo del nuevo go­bierno, con pre­vi­siones de alta in­ver­sión por ins­ti­tu­ciones pú­blicas na­cio­nales y ex­tran­je­ras.

El vi­ce­pre­si­dente del go­bierno, Mateusz Morawiecki, anun­ció, el pa­sado 16 de fe­brero, un plan de desa­rrollo por un bi­llón de zlotys ($250.000 mi­llo­nes) para los pró­ximos 25 años. El plan prevé que casi el 50% de los ca­pi­tales ne­ce­sa­rios pro­ven­drán del área de la Unión Europea y el saldo, de los re­cursos pro­pios de Polonia.

Mazowiekci fun­da­mentó la opor­tu­nidad del plan en el hecho de que “el ca­pital es en la ac­tua­lidad glo­bal­mente ba­rato, de­bido a los di­fe­rentes pro­gramas de li­qui­dez”. El plan bus­cará fondos para desa­rro­llar las in­fra­es­truc­turas fí­si­cas, así como para las in­fra­es­truc­turas del área de ne­go­cios, con fondos pro­ce­dentes del BERD, el Banco Europeo de Inversiones y el Plan Juncker, de $315.000 mi­llones de fondos pú­blicos y pri­vados para toda la Unión.

Diversas agen­cias de la ad­mi­nis­tra­ción po­laca y cor­po­ra­ciones pú­blicas de cré­dito su­marán sus re­cursos para formar un nuevo Fondo de Desarrollo, reuniendo entre zl.75.000 y zl.120.000 mi­llo­nes.

El plan pre­tende cam­biar el mo­delo de desa­rro­llo, ba­sado du­rante mu­chos años en cré­ditos que han acu­mu­lado una deuda que este go­bierno con­si­dera in­sos­te­ni­ble. Para lo­grarlo hará un es­fuerzo con­si­de­rable en I+D, con el 2% del PIB.

De todas for­mas, el mo­delo de cre­ci­miento de Polonia le ha pres­tado hasta ahora buenos ser­vi­cios, puesto que la eco­nomía po­laca no ha su­frido re­ce­sión, mien­tras la ma­yoría de los países del euro han visto caer sus ín­dices de cre­ci­miento y subir los del paro.

El pro­grama eco­nó­mico del go­bierno, pre­sen­tado en enero pa­sado, im­pone una tasa sobre los ac­tivos ban­ca­rios y las com­pañías de se­gu­ros, así como tasas ex­tras sobre los su­per­mer­ca­dos. Esos sec­tores tienen una alta par­ti­ci­pa­ción del ca­pital ex­tran­jero, por lo que sus quejas han lle­gado a las ins­tan­cias de la com­pe­tencia en la Comisión Europea. El sector ban­cario teme la im­po­si­ción de una tasa de con­ver­sión de la mo­neda, fa­vo­rable al con­su­midor pero a su costa.

Conservadurismo y com­pro­miso con la Alianza
Los in­gresos ex­tras que el go­bierno es­pera ex­traer tienen por fin, aparte de fi­nan­ciar el plan de desa­rro­llo, me­jorar las pres­ta­ciones so­cia­les, como por ejemplo la in­ver­sión de €5.000 mi­llones en sub­si­dios li­bres de im­puestos a unos tres mi­llones de fa­mi­lias con niños.

Estas me­didas sub­rayan el ca­rácter con­ser­vador de la po­lí­tica in­tro­du­cida por el pre­si­dente Kaczynski, como prueba que el go­bierno se pro­pone ile­ga­lizar el aborto.

En un sen­tido coin­ci­dente con otros pro­gramas po­pu­listas eu­ro­peos, el go­bierno tam­bién se pro­pone re­bajar la edad de ju­bi­la­ción de los tra­ba­ja­do­res.

Según los me­dios más li­be­rales o de iz­quier­das, el pro­grama con­ser­vador afecta ya a los me­dios de co­mu­ni­ca­ción, seña­lando la re­es­truc­tu­ra­ción en la TV pú­blica como prin­cipal causa de preo­cu­pa­ción, que ha su­puesto el des­pido de 120 tra­ba­ja­do­res. El pre­si­dente ha acu­sado a ciertos me­dios de prestar su es­pacio “a la peor clase de po­la­cos”, lo que ha sus­ci­tado ma­ni­fes­ta­ciones ca­lle­jeras de los pe­rio­distas en su con­tra.

El Consejo Atlántico de julio será la oca­sión de exa­minar la va­lidez de la po­lí­tica de de­fensa de Polonia. En prin­ci­pio, esa de­fensa ne­ce­sita nuevos plan­tea­mientos e in­ver­sio­nes, si quiere cum­plir las res­pon­sa­bi­li­dades que re­caen sobre el país, por ser el mayor de los países orien­tales de la Alianza, en mo­mentos en que las pre­siones rusas sobre el Báltico y los pe­queños países que se asoman a ese mar son fre­cuen­tes. 

La OTAN pre­para una fuerza mul­ti­na­cional de 5.000 efec­ti­vos, en con­di­ciones de efec­tuar un des­pliegue rá­pido desde Polonia y otras par­tes. Y aunque el go­bierno ha anun­ciado planes para in­vertir en de­fensa el 2% del PIB, una de sus pri­meras me­didas fue can­celar la ad­qui­si­ción de 50 he­li­cóp­teros de Airbus y ocho ba­te­rías de mi­siles de de­fensa aé­rea. El go­bierno ofre­cerá la ins­ta­la­ción de bases de la OTAN en suelo po­laco, aunque esto puede chocar con el acuerdo in­formal entre la OTAN y Rusia, de no ins­talar re­cursos mi­li­tares per­ma­nentes en la ve­cindad de las fron­teras de ésta.

Comparados con otros países eu­ro­peos, sobre todo de la zona euro, a Polonia no pa­rece ha­berle ido del todo mal en man­te­nerse algo apar­tada de las fuertes co­rrientes in­te­gra­doras adop­tadas por otros paí­ses.



(*) Periodista español


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