viernes, 27 de mayo de 2016

Diputados de izquierdas piden a Hollande acabar con la crisis por el plan laboral francés

PARÍS.- Medio centenar de diputados del Partido Socialista francés, ecologistas y del Frente de Izquierdas pidieron hoy al presidente del país, el socialista François Hollande, que "actúe sin tardar para salir de la crisis" actual, ya que "la oposición contra su reforma laboral es mayoritaria".

En una carta, los firmantes recuerdan al jefe de Estado que Francia "atraviesa un período de tensiones sociales sin precedentes con la izquierda en el ejercicio del poder" y estiman que era algo "previsible", contra lo que, afirman, no han dejado de alertar.
Entre los firmantes figuran miembros del grupo de socialistas llamados disidentes que el 10 de mayo se negaron a dar su voto al proyecto de ley sobre la reforma laboral a su paso por la Asamblea Nacional, donde fue aprobado en primera lectura, sin debate parlamentario, al recurrir el Ejecutivo al artículo 49.3 de la Constitución.
Los diputados reiteran su oposición a la utilización de dicho método para sacar adelante "un tema tan esencial como el Código del Trabajo" y consideran vital, al contrario, que el Gobierno retome las negociaciones con los sindicatos y organizaciones de estudiantes que desde hace dos meses y medio protestan en la calle.
Los sindicatos, liderados por la Confederación General del Trabajo (CGT), hicieron también hoy un llamamiento conjunto para "continuar y ampliar las movilizaciones" para lograr "convergencias de lucha interprofesionales" preparatorias de la próxima jornada nacional de protesta, el 14 de junio, fecha en que llegará al Senado el proyecto de ley.
Tanto Hollande hoy como el primer ministro francés, Manuel Valls, la víspera, han reiterado su postura de firmeza para que la ley sea aprobada sin traicionar su esencia, que estiman condensa su artículo 2, donde se establece la primacía de la negociación dentro de la empresa, en detrimento de los convenios colectivos.
Un punto que resulta inaceptable para los sindicatos y que los diputados, entre ellos exministros como Aurélie Filipetti, Cécile Duflot o Benoît Hamon, piden a Hollande que negocie.
Para los firmantes "todavía es posible" salir de la crisis generada si se retoma cuanto antes el diálogo con todas las partes implicadas, ya que el proyecto de ley plantea reformas "que inquietan legítimamente y dividen inútilmente a la izquierda", además de flexibilizar y generar inseguridad al conjunto de los franceses.
"No es nunca un deshonor tener en cuenta las aspiraciones del pueblo y hacer una elección valiente" a favor de la calma y la construcción colectiva, destacan.
Alertan de que, en su opinión, "obstinarse en darle la espalda hace correr a Francia grandes peligros para su futuro colectivo".
Desde hace más de una semana, todas las refinerías y centros petroleros del país se han visto afectados en mayor o menor medida por la protesta, así como otro tipo de infraestructuras como puentes, líneas ferroviarias y autopistas.
El jueves, en la octava jornada de huelga, los trabajadores de las 19 centrales nucleares se mostraron mayoritariamente a favor la huelga, mientras que para la semana próxima los sectores del transporte ferroviario, metropolitano y aéreo tienen convocados paros, en algunos casos indefinidos.

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