ATENAS.- El presidente ruso, Vladimir
Putin, rubricó acuerdos de cooperación económica con Atenas este
viernes, en su primera visita bilateral en más de un año a un país de la
Unión Europea (UE), que debe decidir en junio si prolonga sus sanciones
a Rusia por el conflicto ucraniano.
Cuando se acerca el momento
de la decisión, Rusia presiona a su vez amenazando con prolongar hasta
2017 su embargo de alimentos decretado como retorsión, y responsable de
una falta de ganancias para los agricultores europeos.
El
presidente ruso, que en febrero de 2015 había viajado a Hungría, llegó
el viernes a Grecia mientras las relaciones siguen tensas con la UE.
Italia
y Hungría han mostrado sus reservas sobre la prolongación de las
sanciones impuestas en 2014, y el ministro alemán de Exteriores,
Frank-Walter Steinmeier, reconoció el jueves que será "más difícil" este
año.
Steinmeier planteó la posibilidad el viernes de levantar
"gradualmente" estas medidas si se realizan progresos "de aquí a finales
de junio" en la aplicación de los acuerdos de Minsk sobre el conflicto
ucraniano.
El G7, reunido con anterioridad en Japón, parecía más
firme al reiterar que las sanciones se podrían anular "cuando Rusia haya
cumplido" los compromisos de Minsk, o ser agravadas en caso contrario.
Putin
declinó responder a este pronunciamiento en su comparecencia ante la
prensa, la noche del viernes, con el primer ministro griego, Alexis
Tsipras.
"La cuestión de las sanciones no es nuestro problema,
nosotros no las impusimos, nosotros adoptamos medidas como respuesta. Si
se levantan, nosotros haremos lo mismo", se limitó a declarar.
Por
su parte, la Grecia de Alexis Tsipras mantiene unas relaciones
excelentes con Moscú. Pero Atenas, que sigue jugando una partida muy
reñida con sus acreedores europeos, no tiene la intención de disociarse
del voto general sobre la prolongación de las sanciones.
Tsipras
recalcó la noche del viernes que "Grecia pertenece a la UE y respeta
absolutamente sus compromisos con los organismos internacionales que
integra".
También apuntó que Grecia
puede jugar el papel de "puente de amistad y cooperación" entre Rusia y
la UE y entre Rusia y la OTAN.
Las relaciones de Moscú con la
Alianza se tensaron más tras el despliegue de elementos del escudo
antimisiles estadounidense en Rumanía.
Rusia y Grecia firmaron el
viernes "un gran paquete de acuerdos", según la traducción al griego de
las palabras de Putin, sobre todo en materia de cooperación energética y
turismo ruso en Grecia.
Putín manifestó el interés de Rusia por la privatización de los ferrocarriles griegos y del puerto de Salónica.
"Rusia
necesita no perder comba con China, que está comprando un verdadero
collar de perlas de puertos" europeos, incluyendo El Pireo, indicó
Ioannis Mazis, profesor de geopolítica de la Universidad Nacional de
Atenas.
Siete ministros y los presidentes de los dos gigantes
rusos del gas y el petróleo, Gazprom y Rosneft, figuraban en la
delegación.
Ahora que Grecia, cuyas relaciones con los acreedores
se han calmado mucho los últimos meses, "pasa la página de la
incertidumbre y puede contemplar con optimismo las perspectivas de
reactivación", "reforzar nuestras relaciones es una decisión
estratégica", había declarado con anterioridad Tsipras a Putin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario