BRUSELAS.- La Unión Europea
(UE) y la eurozona crecerán solo modestamente en 2016 y 2017 al
disiparse gradualmente factores favorables como la caída de los precios
del petróleo o la depreciación del euro, y al encarar "incertidumbres
sustanciales" en torno a tensiones geopolíticas o un eventual "Brexit".
Así lo cree la Comisión Europea (CE), que hoy ha rebajado una décima
sus previsiones de crecimiento de los Veintiocho y de los países de la
moneda única para este ejercicio y el próximo, hasta el 1,6 % y el 1,8 %
del PIB en el caso de la eurozona y el 1,8 % y el 1,9 % en el de la UE
en su conjunto.
La CE atribuye esta ralentización a que "empiezan a menguar" la
actividad de algunos socios comerciales claves y algunos de los factores
favorables que apoyaban el crecimiento, como la caída de los precios
del petróleo o la pasada depreciación del euro.
Destaca que la incertidumbres en torno a sus proyecciones "es
sustancial" y las previsiones para Europa están "expuestas a
considerables riesgos a la baja".
En cuanto a los factores externos, el riesgo de una ralentización de
la actividad económica en mercados emergentes, particularmente en China,
"podría desatar efectos contagio más fuertes o resultar peor de lo
esperado actualmente", señala la Comisión.
También la incertidumbre relacionada con "tensiones geopolíticas
permanece elevada y podría afectar a las economías europeas más
negativamente de lo previsto" en este momento, destaca Bruselas.
Entre los riesgos y factores que también pueden frenar el crecimiento
europeo se cuentan asimismo "movimientos abruptos en los precios del
petróleo o dificultades financieras".
Entre las cuestiones internas, la CE ve riesgos "considerables"
asociados a políticas europeas, "como el ritmo de la implementación de
las reformas estructurales y la incertidumbre ante el referéndum
británico" del próximo 23 de junio sobre la permanencia o no del Reino
en el seno de los Veintiocho.
"Un fracaso a la hora de encontrar soluciones comunes a nivel de la
UE a desafíos comunes de naturaleza económica y no económica, también
podría impactar en el consumo privado y retrasar más la recuperación
prevista de inversiones", advierte la CE.
Por contra, pueden tener un mayor impacto positivo de lo esperado las
reformas estructurales y la transmisión de una política monetaria muy
acomodaticia ejercida por el Banco Central Europeo (BCE) a la economía
real, indica Bruselas.
Para el comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre
Moscovici, continuar con la consolidación fiscal y las reformas
estructurales es de una "importancia clave".
El PIB debería avanzar o permanecer estable en la mayoría de los
países miembros de la UE en 2016 y 2017, aunque no tanto como previsto
anteriormente en muchas de las principales economías.
Solo Grecia seguirá contraiéndose este año - un 0,3 %-, antes volver a
crecer en la segunda mitad del año y acelerarse esta tendencia hasta
lograr una expansión del 2,7 % del PIB en 2017.
Irlanda es la economía que más crecerá este año, un 4,9 %, pero será relevada por Luxemburgo el próximo (3,9 %).
Alemania ha visto rebajada en dos décimas su crecimiento hasta el 1,6
% tanto para 2016 como para 2017, en tanto que las perspectivas para
Italia empeoran tres décimas este año, hasta el 1,1 %, y se mantienen en
el 1,3 % el siguiente.
Para Francia la CE mantiene los cálculos en el 1,3 % y el 1,7 % del
PIB, y para España los baja dos décimas para este ejercicio (al 2,6 %) y
los mantiene para el próximo (2,5 %).
Fuera de la eurozona, también el Reino Unido crecerá menos de lo
esperado, al avanzar su PIB este año un 1,8 % frente al 2,1 % previsto
anteriormente, y el próximo un 1,9 % en comparación con el 2,1 %
inicialmente calculado.
La UE no solo crece moderadamente, sino que también avanza del mismo modo a la hora de rebajar la tasa de desempleo.
La CE espera que el paro baje en la eurozona al 10,3 % en 2016 y al 9,9 % en 2017, y en la Unión hasta el 8,9 % y el 8,5 %.
La inflación permanecerá cerca del 0 %, al situarse en el 0,2 % en la
eurozona este año antes de aumentar hasta el 1,4 % en 2017.
Por último, la CE calcula que el déficit general de la eurozona
bajará desde el 2,1 % del PIB en 2015 al 1,9 % en 2016 y al 1,6 % en
2017, mientras que la deuda descenderá siete décimas este año al 92,2 % y
1,1 puntos porcentuales el próximo, hasta el 91,1 %.
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