sábado, 14 de mayo de 2016

La Unión Europea examina las trabas al TTIP y el acuerdo con Mercosur

BRUSELAS.- Los ministros de Comercio de la Unión Europea (UE) examinaron ayer el estado de la negociación de un acuerdo de libre comercio e inversiones con Estados Unidos (TTIP) y los principales obstáculos que pueden complicar su cierre este año, así como el primer intercambio de ofertas con Mercosur desde 2004. 

La comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, informó al Consejo de Ministros sobre estas dos negociaciones.
Los ministros europeos abordaron la negociación del TTIP por primera vez después de que Greenpeace filtrara el 2 de mayo documentos confidenciales de la negociación que muestran la postura de EEUU y su presión a la UE para que se adapte a sus demandas.
"Estamos buscando que el TTIP sea un buen acuerdo que abra nuevas posibilidades para nuestras empresas a la vez que nos aseguramos de que no se rebaja ningún estándar, que tenemos cooperación en desarrollo sostenible, que tenemos protección para las indicaciones geográficas", subrayó Malmström.
Esta semana, fuentes diplomáticas calificaron de "frustrante" el ritmo de la negociación y de "inaceptable" la petición de EEUU de que Europa retire algunas de sus objeciones para empezar a negociar un capítulo como el de licitaciones públicas, uno de los que más quieren proteger las autoridades estadounidenses.
Malamström dijo que "hay ciertos elementos que mientras se negocian no se pueden dar al público porque eso nos haría daño".
"En el contenido, hay diferencias en algunas áreas. No debería ser una sorpresa. Pero la UE está respetando el mandato y defendiendo los valores y estándares de la UE", destacó.
Reconoció que en licitaciones públicas y servicios "aún queda mucho por hacer".
"Lo que está fuera de cuestión (...) es que vaya a haber una rebaja de cualquier tipo de norma de protección laboral, que vaya a haber una rebaja de los estándares medioambientales, que vaya a haber una rebaja de los estándares de protección del consumidor", señaló el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz.
"Por tanto, el mensaje es de tranquilidad absoluta", añadió.
Por su parte, la ministra holandesa de Comercio, Lilianne Ploumen, destacó que tanto la CE como EEUU han "trabajado muy duro para que el acuerdo sea un éxito", pero reconoció que "hay algunas diferencias" que "prueban que las líneas rojas forman parte completamente de las negociaciones".
Preguntada sobre si aún es posible cerrar ese acuerdo bajo el mandato del presidente de EEUU, Barack Obama, Malmström indicó que "estamos trabajando todo lo que podemos para ello", aunque dejó claro que "tiene que ser un buen acuerdo y el contenido es más importante que la velocidad".
Frente a la sede del Consejo de la UE se manifestaron hoy organizaciones como Oxfam en contra de este acuerdo, mientras que Greenpeace lamentó que la Presidencia holandesa del Consejo de la UE haya rechazado retransmitir en directo las deliberaciones de los ministros.
Por lo que respecta a la negociación con cuatro países del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay), tras el primer intercambio de ofertas de acceso a mercados este miércoles las partes deberán ahora analizar los resultados pero Malmström consideró ya hoy de "bueno" este primer paso.
"Es una buena primera oferta, nos da la oportunidad de analizarla en detalla y a continuación, espero, entrar en discusiones más serias con nuestros amigos del Mercosur y crear un calendario de negociaciones", indicó Malmström.
La comisaria consideró que la UE abordó "algunas de las preocupaciones" de los agricultores europeos ante este acuerdo, que tiene "muchos intereses ofensivos importantes".
"Pero esto es un primer paso, hemos dicho por ambas partes que es una primera oferta, vamos a ampliarla", dijo, y enfatizó que "ahora hay una oportunidad histórica de retomar las negociaciones con un socio muy importante".
Desde Uruguay, el canciller de ese país, Rodolfo Nin Novoa, ya manifestó sobre el intercambio que las expectativas no se cumplieron, y confirmó que productos sensibles como la carne y el etanol estuvieron en las listas de ofertas intercambiadas.
En abril, trece países europeos, incluidos Francia, Austria y Grecia, pidieron excluir productos agrícolas "sensibles" como los lácteos o las carnes de los intercambios de ofertas con el Mercosur, al opinar que su inclusión tendría efectos negativos.
"Todos los países tenemos en un momento dado intereses defensivos, lo que hay que garantizar es que el acuerdo sea equilibrado y que haya periodos transitorios y haya mecanismos de salvaguardia y de protección en determinados sectores sensible", señaló en este sentido García-Legaz.
"La mayoría del Parlamento Europeo apoya esta negociación", dijo Malmström, quien añadió que "la agricultura siempre es difícil" aunque precisamente por la crisis en ese sector en Europa "buscamos abrir otros mercados para exportar nuestros productos, de alta reputación y de gran calidad".

Opinión española

El secretario de Estado español de Comercio, Jaime García-Legaz, transmitió un mensaje de "tranquilidad absoluta" acerca de las negociaciones de la UE con EEUU para un acuerdo de libre comercio e inversiones, al afirmar que está "fuera de cuestión" una rebaja de los estándares europeos.
"Lo que está fuera de cuestión y eso lo hemos podido corroborar hoy, es que vaya a haber una rebaja de cualquier tipo de norma de protección laboral, de los estándares medioambientales o de protección del consumidor", señaló a los medios tras participar en el Consejo de Ministros de Comercio de la Unión Europea (UE)
"Por tanto, creo que el mensaje es de tranquilidad absoluta", añadió García-Legaz.
El secretario de Estado rechazó además las recientes filtraciones sobre los documentos de negociación del acuerdo de libre comercio e inversiones entre la UE y EEUU, al considerar que crean "desconfianza" en los países que negocian con los Veintiocho.
"Que se filtren textos no es bueno porque lo que infunden es desconfianza", sostuvo García-Legal al abandonar la reunión de ministros europeos de Comercio que se celebró hoy en Bruselas.
El secretario de Estado reconoció que "igual que a los europeos no nos gustaría que hubiera una filtración por el lado estadounidense, es obvio que esto tampoco gusta del otro lado", y recalcó que además este comportamiento envía una "señal negativa" no sólo a Washington sino también "a cualquiera que negocie con la UE".
García-Legaz dijo que el debate en estos momento está en ver si es posible o no llegar a un acuerdo sobre el TTIP antes de que acabe el año.
"Lo que hay es un consenso muy generalizado del lado europeo es que queremos el TTIP, pero queremos un buen TTIP, amplio, equilibrado, y desde luego no cualquier TTIP", aseguró.
Preguntado acerca de la oposición de Francia y Bélgica al acuerdo, aclaró que no se trata de un rechazo al TTIP, sino que lo que dicen es que no aceptarían un TTIP que implique rebajas de los citados estándares, pero subrayó que eso no lo quiere ningún Estado miembro.
Asimismo, incidió en que "plantear un debate sobre un texto (los documentos filtrados) que nunca llegará ser acordado porque ninguno de los Estados miembros va a aceptar avanzar en esa dirección, quizá no tenga ningún sentido".
En cuanto a las licitaciones públicas, señaló que la mayor parte de los países, incluida España, han insistido en que el TTIP tiene que incorporar la apertura de los mercados de compras públicas en EEUU y que las indicaciones geográficas tienen que estar protegidas.
"No es algo nuevo, la CE lo sabe y tiene estos puntos dentro de sus líneas de negociación", sostuvo.
"Es lógico que cada uno tenga intereses ofensivos y defensivos. Lo importante realmente es que cuando lleguemos a la fase final de negociación estos puntos se pongan encima de la mesa y evidentemente si no están encima de la mesa el acuerdo no será una realidad", agregó.
Sobre el acuerdo comercial con Canadá (CETA), aseguró que el respaldo ha sido "absolutamente unánime" y que ahora lo que falta por ver es si se aplica de forma provisional antes de que lo ratifiquen todos los parlamentos nacionales.
La CE adelantó esta mañana que adoptará a mediados de junio su propuesta final.
"Nosotros estamos defendiendo que se aplique con carácter provisional, que entre en vigor cuanto antes", dijo García-Legaz, quien consideró que "esperar supone restarle oportunidades a nuestras empresas y abrir el mercado canadiense a otros competidores distintos a los europeos".

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