domingo, 8 de mayo de 2016

Sectores de la iglesia argentina critican las políticas socio-económicas de Macri

BUENOS AIRES.- Curas en la Opción por los Pobres, en Argentina, y el obispo emérito de San Isidro, Jorge Casaretto, criticaron hoy las políticas socio-económicas del gobierno del presidente Mauricio Macri por ahondar la desigualdad. 

 "Tenemos que ser más pragmáticos, buscar lo que más le conviene al país y tomar la indigencia como una meta. Se habla hoy de pobreza cero. Esto no puede ser una cosa declarativa. Tenemos que volcarlo en acciones prácticas concretas", dijo el monseñor en diálogo con el diario La Nación.

Las críticas de Casaretto para que Macri cumpla con la "pobreza cero", prometida en campaña, y una carta de curas villeros denunciando la creciente disparidad social generan un llamado de atención al Gobierno.

La misiva de los Curas en la Opción por los Pobres, que circula este domingo, cuestiona decisiones políticas tomadas por el Ejecutivo Nacional y que afectan sobre todo a los de las clases más bajas.

"Esos caídos, los que nos golpean la conciencia en estos días, nos exigen palabras y actitudes, y no podemos callar: Sigue injusta, política e ilegalmente detenida Milagro Sala", señalan.

A eso -añade- deben añadirse los allanamientos, la violencia y los maltratos a personas ligadas a la organización social Tupac Amaru de Jujuy, "debidamente silenciados por la prensa".

Además, enumera una serie de determinaciones que no comparten como "la estrategia para expulsar del sistema a los pequeños productores, ya empobrecidos desde el desmantelamiento de la Secretaria de Agricultura Familiar".

Denuncia también las cesantías en la Subsecretaría de Juventud del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, de donde fueron echados "arbitraria e injustificadamente 35 trabajadores contratados hasta fin de año que se suman a los 20 despedidos en enero".

Los curas villeros criticaron también los cuatro aumentos en los precios de los combustibles en lo que va de año, y reprobaron las palabras del ministro de Energía, Juan José Aranguren, quien dijo que "el que no puede pagar, que no compre".

A su vez, sostuvieron que "estos aumentos injustificados, sumados a las siete licitaciones de barcos de petróleo ganadas por Shell, no pueden desligarse de la sospecha de conflicto de intereses que venimos denunciando en nuestras cartas anteriores".

En su misiva, los sacerdotes recordaron que el ministro Aranguren estuvo ligado a esa corporación como jefe ejecutivo hasta hace menos de un año y sigue siendo accionista de la compañía

"A nuestro juicio es éticamente inaceptable que ocupe ese cargo público al que creemos que debe renunciar", remarcaron.

Por su parte, el monseñor Casaretto dijo que la pobreza "ronda el 30 por ciento" en el país y que es la "hipoteca social más fuerte", además de agregar que "el objetivo de la pobreza cero tiene que traducirse en acciones concretas".

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