PANAMÁ.- Un buque de la naviera suiza
Swissmarine inició este jueves las pruebas con embarcaciones por el
nuevo Canal de Panamá, entre la alegría de cientos de trabajadores y a
poco más de dos semanas de inaugurar la ruta.
"Las pruebas están
muy, muy bien. Estamos muy contentos. Estamos rozando la perfección",
dijo a periodistas Giuseppe Quarta, director ejecutivo del consorcio
Grupo Unidos por el Canal (GUPC), principal contratista de la
ampliación.
El administrador de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Jorge Quijano, también manifestó a través de Twitter que el paso del buque fue "totalmente exitoso".
El
granelero MN Baroque con bandera de Malta, de 255 metros de eslora y 43
metros de manga, dio inicio a las pruebas en las esclusas de Agua
Clara, en el Caribe panameño.
La embarcación, contratada por la
ACP, entró pasadas las 10:00 horas locales (15:00 GMT) y tardó unas tres
horas en cruzar las ocho compuertas de la nueva esclusa.
"Estamos
cerca del momento histórico" de la inauguración el 26 de junio, "motivo
de orgullo para los panameños y de confianza para el comercio mundial",
escribió en Twitter la vicepresidenta panameña, Isabel De Saint Malo.
"Siento
una emoción increíble. Tener en la memoria cuando esto era tierra, lodo
excavaciones y tractores y ver lo que tenemos hoy es fenomenal", dijo Ilya Espino, encargada del proyecto por la ACP.
Cientos de obreros con cascos coloridos se agolparon en la orilla de la vía para tomarse fotos al paso del buque.
"Esto
es histórico, sí señor. Uno siente la satisfacción del trabajo bien
hecho", dijo orgulloso a el carpintero Bernabé Cáceres, mientras
veía entrar al buque en la esclusa.
"Estoy orgulloso de haber
trabajado aquí. Esto queda para la historia", dice exultante su
compañero Jorge Rodríguez, otro de los obreros.
El paso del barco por las nuevas esclusas se produce después de más de 2.000 pruebas electromecánicas realizadas por GUPC.
La
vía interoceánica, de 80 kilómetros, está en fase de ampliación desde
2007 para que pasen buques de hasta 14.000 contenedores, el triple de
carga actual.
El proyecto consiste en la construcción de un tercer
carril con un nuevo juego de esclusas, una en el Pacífico y otra en el
Caribe.
"Siento una emoción tan grande que no tiene idea",
manifestó Gabriela Campbell, de 32 años, mientras se apura para hacerse
una foto con el buque de fondo.
Las obras llevan casi un 98% de
avance, pero acumulan año y medio de retraso por desencuentros entre la
ACP y GUPC, huelgas y la aparición de fisuras en una de sus dos nuevas
esclusas, lo que provocó fuertes críticas.
El momento más tenso se
produjo en 2014, cuando GUPC paró las obras por falta de liquidez y
reclamos por sobrecostos, después que la autoridad canalera acusara al
consorcio de no utilizar el cemento adecuado.
"Los que han
criticado no saben mucho. No están informados y hablan por lo que oyen.
Si estuvieran informados no criticarían mucho", dijo Luis Ortíz,
encargado de recoger basura, hierro y cobre en las obras.
"Este es un proyecto de primer mundo, aunque hay panameños que lo ven como si no fuera nada", dijo Ortiz.
El
proyecto está estimado en 5.250 millones de dólares, pero su costo
final es incierto ya que GUPC, integrado por Sacyr de España, Salini Impregilo de Italia, Jan De Nul de Bélgica, y la
panameña CUSA, acumula reclamos por 3.400 millones de dólares.
Un
5% del comercio marítimo mundial pasa por el Canal de Panamá, cuyos
principales usuarios son Estados Unidos, China y Chile.
Con
el Canal ampliado el tesoro panameño espera triplicar los 1.000
millones de dólares que recibe anualmente por el cobro de peajes,
especialmente por el transporte de contenedores, granos y gas natural
licuado desde Estados Unidos a Japón.
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