FRÁNCFORT.- El Banco Central
Europeo (BCE) compró 1.900 millones de euros en bonos corporativos en su
primera semana completa de compras, en la parte alta del rango de
expectativas del mercado, lo que indica un fuerte inicio de su última
medida diseñada para reavivar la inflación.
Presentada en marzo como parte de un plan de compra de
activos de 1,74 billones de euros, El BCE comenzó a comprar bonos
corporativos no bancarios con grado de inversión el 8 de junio. Espera
que reduciendo el coste de los préstamos corporativos inducirá a las
empresas a invertir, lo que impulsará la inflación y el crecimiento
económico.
Durante el primer día del programa, el BCE compró 348
millones de euros en deuda corporativa, una cifra inesperadamente alta
que fue vista por los analistas como insostenible a largo plazo, aunque
consideraron que mostraba su fuerte compromiso con el plan.
Fuentes con conocimiento directo habían dicho
previamente que el BCE esperaba atraer a nuevos emisores al mercado y
que compraría entre 5.000 y 10.000 millones de euros de deuda
corporativa al mes si las nuevas emisiones de deuda aumentaban.
Sin embargo, si no consigue promover que las firmas
acudan al mercado de deuda, las compras de bonos podrían quedarse en un
rango de entre 2.000 y 3.000 millones de euros, dijeron las fuentes.
Muchos analistas han argumentado que la oferta limitada
de deuda corporativa significa que sería difícil para el BCE superar
los 5.000 millones de euros al mes sin causar serias distorsiones en el
mercado.
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