LONDRES.- Durante semanas, los corredores de la City se prepararon para pasar una noche en vela, esperando el fin del escrutinio del referéndum, la cita electoral más importante de la historia reciente del país.
Pero los círculos financieros
apostaban por una victoria de la permanencia en la UE. Este viernes, los
empleados que iban a sus oficinas a primeras horas, o los que se
mantuvieron en pie toda la noche a base de café, se mostraban
anonadados.
"Es una muy muy mala noticia", explicaba Mike Thomson,
un empleado de unos 50 años, con traje y corbata. "Todo esto va ser un
gran lío, estoy muy preocupado. Y además Escocia podría obtener su
independencia en los próximos dos años", añadió.
"¡Perdón, no tengo tiempo!", replicaba la mayoría, cuando se les pedía una opinión.
Wendy, una abogada, se paró de todas maneras al salir de un taxi para aventurar una pequeña predicción.
"Habrá
algunos daños financieros contra los cuales la gente no está preparada.
Los servicios financieros lideran la economía de Londres y la economía
de Londres dirige la economía británica, así que, desgraciadamente, esto
va a afectar a todos", dijo. Bruselas puede hacer "pagar el precio" de
su secesión a los británicos, añadió.
El sentimiento era de
vértigo. "Es extraordinario, traumático. Es una locura despertarse así.
No sabemos lo que va a pasar en los próximos diez años", añade Philip,
un empleado de un gabinete jurídico.
"¡Es un jodido desastre!" exclama David, un empleado de la City, el
corazón financiero de Londres. David es británico, pero este viernes
maldice a sus compatriotas que votaron por salir de la Unión Europea,
provocando un seísmo financiero.
Los responsables de la Bolsa de
Londres habían advertido antes del referéndum de que Reino Unido podría
lamentar la salida de la Unión Europea. A largo plazo, los bancos
británicos corren el riesgo de perder parte de sus derechos de acceso al
mercado financiero europeo.
La agencia calificadora Standard
& Poor's advirtió de que la "incertidumbre" del periodo que se
inicia podría costarle a Reino Unido la nota AAA de máxima solvencia
financiera.
"Es un desastre absoluto. La mayoría de británicos no
tenían idea de lo que estaban votando. Ahora todos los que tienen una
casa, una pensión o que pensaban irse de vacaciones al extranjero son
mucho más pobres", añade David, con el rostro sombrío.
Uno de los
mayores bancos mundiales, HSBC, intentó tranquilizar a sus clientes y
nadar con la corriente en una situación inesperada, cuya evolución nadie
puede aprehender. Es "una nueva era para Reino Unido y las empresas
británicas. Vamos a trabajar sin descanso en las próximas semanas y
meses para ayudar a nuestros clientes a prepararse para este nuevo
acontecimiento" explicó.
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