miércoles, 1 de junio de 2016

Inaugurado el nuevo túnel ferroviario de San Gotardo, en los Alpes suizos, el más largo y profundo del mundo


LUGANO/GINEBRA.- El túnel ferroviario de San Gotardo, en los Alpes suizos, se ha inaugurado con dos récords mundiales bajo el brazo: el de longitud y el de profundidad. El túnel mide 57,1 kilómetros de largo y alcanza una profundidad máxima por debajo de la roca de 2.300 metros, una proeza técnica que ha requerido 17 años de trabajos y ha costado unos 11.000 millones de euros.

La máquina tuneladora utilizada para perforar el túnel es tan larga como cuatro campos de fútbol juntos (más de 400 metros) y prácticamente la totalidad de las 28,2 millones de toneladas de piedra excavada se han podido reutilizar. Una parte fue transformada en hormigón para emplear en el propio túnel y otra sirvió para otras obras en la misma región.
Las obras ocuparon a 2.400 obreros repartidos en tres turnos durante las 24 horas del día y siete días a la semana, que tuvieron que soportar temperaturas de hasta 50 grados en el interior del túnel. En total, considerando las pasillos y galerías de aireación y de seguridad, la extensión de la obra es de 152 kilómetros. En el túnel se instalaron 290 kilómetros de vía y 380.000 traviesas, entre otros elementos.
El nuevo túnel permitirá la circulación diaria de 325 trenes, de los que unos 260 podrán ser de carga y 65 de pasajeros. Los primeros podrán alcanzar una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora, mientras que los segundos cruzarán a una velocidad media de 200 kilómetros por hora, aunque podrán llegar a los 250.
Esta nueva vía ferroviaria adicional a los existentes túneles de San Gotardo (uno de circulación viaria y otro de circulación ferroviaria) ha empezado a funcionar en periodo de prueba, lo que incluye recorridos de rodaje y el paso de los primeros trenes comerciales. Desde octubre de 2015 ya se han efectuado 300 recorridos de prueba. El inicio de la explotación comercial plena está previsto para el próximo 11 de diciembre.
Los líderes de Alemania, Austria, Italia y Francia, vecinos de Suiza, han acudido a la inauguración del túnel y han elogiado a este país por haber culminado esta colosal obra, que favorece la unidad de Europa, dentro de los plazos y con el presupuesto previstos. En un periodo en el que la crisis de refugiados ha puesto en entredicho el principio de fronteras abiertas dentro de la Unión Europea, los dirigentes políticos han agradecido a Suiza por poner en funcionamiento una infraestructura que unirá más el norte con el sur y el este con el oeste del continente.
Durante la ceremonia oficial de inauguración, a la que han acudido 1.100 asistentes, ha circulado una plataforma rodante que ha servido de escenario a un espectáculo de danza contempóranea. Los bailarines vestidos con monos naranjas de obreros de la construcción han representado con sus movimientos el esfuerzo para excavar el túnel.
A modo de comparación, el túnel de San Gotardo de circulación viaria, que une desde 1980 las localidades suizas de Göschenen y Airolo a través de los Alpes, tiene una longitud de 15 kilómetros y es utilizada cada año por cinco millones de coches y 900.000 camiones.
El nuevo túnel discurre por debajo del viejo túnel ferroviario que se extiende por 17 kilómetros y está operativo desde 1882. El túnel de base de San Gotardo fue ideado por primera vez en 1947 por el ingeniero y planificador de transportes suizo, Carl Eduard Gruner, y ha costado más de 12.000 millones de francos suizos (unos 10.849 millones de euros al cambio actual).

Primeros dos trenes

El túnel ferroviario de San Gotardo, que atraviesa el macizo homónimo en los Alpes suizos, fue inaugurado hoy en una ceremonia encabezada por el presidente de la Confederación Helvética, Johann Schneider-Amman, quien dio la señal de partida a los dos primeros trenes que entraron por ambos extremos de la obra.
"¡Qué pasen los trenes!", dijo el presidente suizo en las cuatro lenguas nacionales (alemán, francés, italiano y romanche).
En los actos de esta inauguración participan 1.100 invitados oficiales, entre ellos los cancilleres de Alemania, Angela Merkel; de Austria, Christian Kern, el primer ministro de Italia, Matteo Renzi, y el presidente de Francia, François Hollande.
Los cuatro dirigentes europeos han sido pasajeros en el tercer tren que ha atravesado el túnel, que con sus 57,1 kilómetros es el más largo del mundo, así como el más profundo, ya que en su punto más bajo pasa 2.300 metros por debajo de la roca montañosa.
El tren que llevó a los dignatarios partió del extremo norte del túnel, en la localidad de Erstelfd (cantón de Uri) con dirección a Polleguio (cantón del Tesino) en un trayecto de 20 minutos.
Uri es un cantón que se ubica en la región de habla alemana de Suiza, mientras que el Tesino es el único cantón de habla italiana.
Por esta razón, el túnel de San Gotardo no sólo es visto como una proeza de ingeniería y un enlace neurálgico en el transporte entre el sur y el norte de Europa, sino también como un símbolo de unidad entre las distintas zonas culturales y lingüísticas que componen la Suiza moderna.
En Erstelfd y Polleguio tuvieron lugar ceremonias similares y simultáneas de inauguración, y en cada uno de ellos los dos primeros trenes que habían partido del otro extremo fueron recibidos entre aplausos de la población y fuegos artificiales.
En su discurso de inauguración en Erstelfd, el presidente suizo dijo que "con este túnel de base del San Gotardo, unimos los pueblos y las economías" y lo consideró "la obra del siglo" que va "más allá de las fronteras de Suiza".
Del otro lado del túnel, en Polleguio, la ministra de Medio Ambiente, Transporte y Energía, Doris Leuthard, destacó el carácter europeo de esta obra, "en la que participaron trabajadores de una decena de países, desde Escandinavia hasta Sicilia, de Portugal a Polonia".
Consideró igualmente que la puesta en funcionamiento del túnel, que demando 17 años de trabajos, "cambia de un día al otro" la realidad que representaba el macizo de San Gotardo, que constituía hasta ahora "un obstáculo y un factor de división".
Asimismo, destacó la significación de la culminación de esta obra para el medio ambiente: "en los trayectos largos, las mercancías deben transitar por los rieles, por el bien de los Alpes, de la naturaleza y de la población".

Une Zürich con Milán 

El túnel más largo del mundo une ya la ciudad suiza de Zurich con Milán y permitirá a los viajeros recorrerlo en trenes de alta velocidad en menos de 20 minutos. Un total de 57 kilómetros de túnel que atraviesa las entrañas de los Alpes tras 17 años de construcción.
La impresionante obra, conocida como el túnel de la Base de San Gotardo se encuentra ya operativo. La obra, realizada por el constructor Alp Transit Gotthard AG para el operador Swiss Federal Railways SBB, funciona desde hoy.
Entre agosto y noviembre se podrán realizar visitas para conocer el interior del túnel mediante un tren especial. Dicho tren conducirá a los visitantes a una profundidad record escavada en la roca de los Alpes suizos, con parada en la estación multifunción de Sedrun. Allí, a 800 metros por debajo de la superficie, un tour mostrará las dimensiones de este gigantesco túnel. Cuando los trenes estén circulando con normalidad ya no será posible parar en mitad ni visitarlo de esta manera.
La unión entre Zürich y Milán mediante esta construcción promete marcar un antes y un después en el aspecto turístico y comercial de Europa, como ya hiciera el Eurotúnel, que conecta Francia con Inglaterra. Un Eurotúnel que, también se encuentra entre los más largos del mundo, concretamente en quinto lugar, con 50 kilómetros de vías de ferrocarril en su interior.
El viejo continente copa los puestos más destacados en cuanto a longitud de túneles se refiere. Seis de los 10 más largos se ubican en Europa, todos de transporte mediante de ferrocarril. Para encontrar el de mayor longitud con carretera hay que irse a buscarlo hasta Noruega; se trata del túnel de Laerdal, el decimocuarto más largo del mundo con 24,5 kilómetros.

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