SIDNEY.- La conmoción provocada por la
decisión británica de salir de la UE se dejaba notar en todo el mundo el
viernes, provocando una tormenta en los mercados financieros que podría
tardar tiempo en amainar y retrasaría las expectativas de una
recuperación del comercio mundial.
La caída de la libra esterlina a un mínimo de 30 años
mostraba como la votación a favor de la salida de Reino Unido de la UE
ha sido una herida autoinfligida, pero las víctimas colaterales
económicas podrían llegar mucho más lejos.
"La economía global era frágil antes, y ahora lo es más", dijeron economistas de Citi en un informe.
Los mercados, a los que la decisión llegó con la
guardia baja, retrasaban las expectativas de una subida de tipos de
interés de la Reserva Ferderal de EEUU y se mantenían a la espera de
saber si el Banco de Inglaterra y otros bancos centrales aplicarían
políticas para apuntalar sus economías.
"En la economía real, el PIB global definitivamente se
va a ver afectado; también el PIB estadounidense, el japonés, ¡los PIB
de todo el mundo!", dijo Bob Takai, presidente de Sumitomo Corp Global
Research en Tokio.
"Por lo tanto creo que va a ser difícil para la Fed
subir los tipos. Ninguna subida de tipos este año y puede que la Fed
tenga que repensar toda su política monetaria".
Japón, que quiere un yen más débil para salir de la recesión, sintió el impacto inmediatamente.
El yen, considerado como una divisa refugio, subió a
más de 100 por dólares hasta su nivel más alto en dos años y medio,
mientras los mercados emergentes asiáticos también fueron duramente
golpeados, con acciones y divisas cayendo.
El yuan chino descendió hasta su nivel más bajo en
cinco años, mientras se esperaba que el banco central interviniera
comprando dólares.
"Desde una perspectiva inversora, es lo último que la
economía global necesitaba por la incertidumbre que va a añadir en lo
que ya es un año volátil", dijo Savanth Sebastian, una economista de
Comsec en Sídney.
Las ganacias del yen intensificaron las preocupaciones
de los responsables japoneses, que querían una moneda débil para
impulsar las exportaciones y una economía golpeada por la deflación.
Hasta ahora, Japón ha sido incapaz de contar con el
apoyo de otros grandes países, como Estados Unidos, a la hora de
intervenir para debilitar el yen.
No está claro si eso cambiará a pesar de que Tokio ya dio señales el viernes de estar preparado para actuar.
"Estoy extremadamente preocupado por el riesgo que (el
Brexit) tiene en la economía global, financiera y en los mercados de
divisas", dijo el ministro de Finanzas japonés Taro Aso.
"Es extremadamente importante asegurar el crecimiento
en la economía global, al igual que mantener la estabilidad financiera y
monetaria".
Una acción unilateral de los japoneses conllevaría el
riesgo de iniciar devaluaciones competitivas de economías rivales con
gran peso de las exportaciones, que lucharían por aumentar su cuota de
mercado en un momento en el que el comercio mundial se ralentiza.
La agencia de rating Standard & Poor's dijo que
probablemente Reino Unido perdiese su calificación de AAA, informó el
diario Financial Times, y economistas dijeron que si la transición,
incluidas las negociaciones de acuerdos de comercio con la UE y otros
países, no era suave Reino Unido se arriesgaba a entrar en recesión el
año que viene.
Pero a pesar del nerviosismo en los mercados, muchos
dijeron que la votación británica no era un momento equivalente al
derrumbe en 2008 de Lehman Brothers que pudiese llevar a la economía
global a una nueva crisis.
"Los mercados financieros probablemente reaccionen de
una manera agresiva esta mañana y el mundo ha cambiado, pero desde una
perpectiva de mercado este no es un momento sistémico como el de
Lehman", dijeron analistas de Exane BNP en un informe.
"Es en la política donde está la mayor incertidumbre ahora, y la respuesta del banco central también es importante".
Uno de los mayores retos para Reino Unido sera alcanzar
por sí solo acuerdos comerciales en un periodo de tiempo de unos dos
años para gestionar su retirada, dado que este tipo de negociaciones
suele llevar mucho más tiempo.
"Estos procesos y sus posibles resultados podrían
mantenerse sin resolver durante años, pesando enormemente en la
confianza económica e inversora durante el intervalo y deprimiendo la
producción", dijo el Fondo Monetario Internacional en un informe la
semana pasada antes de la votación, añadiendo que potencialmente podría
llevar a Reino Unido a una recesión.
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