PRETORIA.- La agencia de calificación Fitch Ratings afirmó hoy el crédito de
grado de inversión de Sudáfrica, y sorprendentemente para algunos
analistas mantuvo su perspectiva estable.
Según expresó la consultora en su decisión, persisten las
preocupaciones sobre el débil crecimiento económico de la nación
africana.
También indicó que el riesgo político "aumentó desde el examen de calificación anterior, en diciembre de 2015, a pesar de que no está fuera de línea del BBB". Sin embargo, "las instituciones han demostrado ser fuertes", subrayó Fitch.
La última de las tres grandes agencias de calificación de crédito en emitir su juicio ratificó la nota BBB- con perspectiva estable, lo cual es bienvenido aquí como ocurrió con sus similares Moody y Standard & Poors (S&P).
El BBB- "refleja baja tendencia de crecimiento del producto interno bruto, déficit fiscales y externos significativos, y altos niveles de deuda, que se compensan por instituciones políticas fuertes, mercados locales de capital profundos y una estructura de deuda gubernamental favorable", acotó Fitch.
La semana pasada el gobierno, partidos políticos y actores del sector privado aplaudieron que S & P concediera a Sudáfrica un respiro, mantuvo su calificación BBB- con perspectiva negativa y no degradó a la categoría de bono basura.
S & P, que debe revisar todo de nuevo en diciembre, confirmó la calificación de grado de inversión con el señalamiento de "una mayor determinación para reducir el déficit fiscal a un ritmo más rápido de lo que esperábamos".
Mientras, alertó que podría rebajar la calificación del país este año o el siguiente, si las medidas adoptadas no se reflejan en la economía, pues emitió la estimación de crecimiento en apenas 0,6 por ciento.
La economía de Sudáfrica creció solo 1,3 por ciento en 2015 y los principales sectores de la nación más industrializada de África se han contraído debido a un rand (moneda local) débil, baja demanda de consumo y el aumento de la inflación.
En mayo, Moody's Investors mantuvo su evaluación de la solvencia del país en Baa2 con perspectiva negativa, mientras el rand, sensible a este y otros factores, se fortaleció algo tras la postura de S & P.
No obstante, el pronóstico de consenso es que el dinero nacional podría depreciarse a 16.60 por dólar estadounidense hacia el segundo trimestre de 2017, aunque hay quienes opinan que retrocedería a menos de 15.
La clasificación del crédito indica la solvencia general (capacidad de pago de la deuda emitida: bonos, obligaciones, etc.) de una entidad financiera, de una empresa, de un país o de emisiones de deuda en particular.
Poco antes del anuncio de Fitch, Estadísticas de Sudáfrica (Stats SA) informó que se registró una tasa de crecimiento negativo de menos 1,2 por ciento en el primer trimestre de 2016.
También indicó que el riesgo político "aumentó desde el examen de calificación anterior, en diciembre de 2015, a pesar de que no está fuera de línea del BBB". Sin embargo, "las instituciones han demostrado ser fuertes", subrayó Fitch.
La última de las tres grandes agencias de calificación de crédito en emitir su juicio ratificó la nota BBB- con perspectiva estable, lo cual es bienvenido aquí como ocurrió con sus similares Moody y Standard & Poors (S&P).
El BBB- "refleja baja tendencia de crecimiento del producto interno bruto, déficit fiscales y externos significativos, y altos niveles de deuda, que se compensan por instituciones políticas fuertes, mercados locales de capital profundos y una estructura de deuda gubernamental favorable", acotó Fitch.
La semana pasada el gobierno, partidos políticos y actores del sector privado aplaudieron que S & P concediera a Sudáfrica un respiro, mantuvo su calificación BBB- con perspectiva negativa y no degradó a la categoría de bono basura.
S & P, que debe revisar todo de nuevo en diciembre, confirmó la calificación de grado de inversión con el señalamiento de "una mayor determinación para reducir el déficit fiscal a un ritmo más rápido de lo que esperábamos".
Mientras, alertó que podría rebajar la calificación del país este año o el siguiente, si las medidas adoptadas no se reflejan en la economía, pues emitió la estimación de crecimiento en apenas 0,6 por ciento.
La economía de Sudáfrica creció solo 1,3 por ciento en 2015 y los principales sectores de la nación más industrializada de África se han contraído debido a un rand (moneda local) débil, baja demanda de consumo y el aumento de la inflación.
En mayo, Moody's Investors mantuvo su evaluación de la solvencia del país en Baa2 con perspectiva negativa, mientras el rand, sensible a este y otros factores, se fortaleció algo tras la postura de S & P.
No obstante, el pronóstico de consenso es que el dinero nacional podría depreciarse a 16.60 por dólar estadounidense hacia el segundo trimestre de 2017, aunque hay quienes opinan que retrocedería a menos de 15.
La clasificación del crédito indica la solvencia general (capacidad de pago de la deuda emitida: bonos, obligaciones, etc.) de una entidad financiera, de una empresa, de un país o de emisiones de deuda en particular.
Poco antes del anuncio de Fitch, Estadísticas de Sudáfrica (Stats SA) informó que se registró una tasa de crecimiento negativo de menos 1,2 por ciento en el primer trimestre de 2016.
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