MONTEVIDEO.- El Ministerio de Economía y Finanzas de Uruguay aseguró hoy que el
país mantiene el grado inversor de la deuda pública a pesar de la fuerte
crisis económica que atraviesan varios países de la región.
La institución respondió así a la decisión de la agencia de
calificación financiera Standard & Poor's de cambiar de "estable a
negativa" la nota de solvencia del país, debido a la contracción
económica regional, los bajos precios de las materias primas y la
inflación.
En un comunicado oficial subrayó que el país conserva el nivel de calificación crediticia más alta de su historia, pese a la desaceleración económica general en América Latina y a la situación de fuerte crisis económica de naciones de la región.
Acentuó que las fortalezas productivas, financieras, sociales e institucionales construidas a lo largo de los últimos años -reconocidas por las instituciones financieras multilaterales y los inversores nacionales y extranjeros- se encuentran en la base de su calificación como "Grado Inversor".
Como claros ejemplos de la robustez y la confianza en la economía, destacó su elevada diversificación y el alto nivel de inversión extranjera directa, así como la generación de amplios márgenes para el manejo de su deuda, el fluido acceso al financiamiento y la elevada liquidez del gobierno.
Además mencionó la reconocida estabilidad social, la calidad de sus instituciones y el dinamismo del proceso de inversión productiva.
Según el documento, esas fortalezas le permiten al país enfrentar un escenario de menor crecimiento económico, dentro de un contexto internacional y regional más adverso, "manteniendo su diferenciación respecto a los países de la región, con tasas de crecimiento superiores".
Ante la desaceleración, el gobierno reafirmó su compromiso con la responsabilidad fiscal y ratificó la meta definida en el presupuesto nacional, aprobado en el año 2015, de alcanzar un resultado fiscal de -2,5 por ciento del Producto Interno Bruto en 2019, para estabilizar la trayectoria de la deuda pública.
De igual manera, el Poder Ejecutivo ratificó su política antiinflacionaria, la cual constituye otro eje fundamental de la política macroeconómica, y significó que las fortalezas permitirán que en los próximos años la economía continúe creciendo, profundizando los avances en materia social registrados en la última década.
En un comunicado oficial subrayó que el país conserva el nivel de calificación crediticia más alta de su historia, pese a la desaceleración económica general en América Latina y a la situación de fuerte crisis económica de naciones de la región.
Acentuó que las fortalezas productivas, financieras, sociales e institucionales construidas a lo largo de los últimos años -reconocidas por las instituciones financieras multilaterales y los inversores nacionales y extranjeros- se encuentran en la base de su calificación como "Grado Inversor".
Como claros ejemplos de la robustez y la confianza en la economía, destacó su elevada diversificación y el alto nivel de inversión extranjera directa, así como la generación de amplios márgenes para el manejo de su deuda, el fluido acceso al financiamiento y la elevada liquidez del gobierno.
Además mencionó la reconocida estabilidad social, la calidad de sus instituciones y el dinamismo del proceso de inversión productiva.
Según el documento, esas fortalezas le permiten al país enfrentar un escenario de menor crecimiento económico, dentro de un contexto internacional y regional más adverso, "manteniendo su diferenciación respecto a los países de la región, con tasas de crecimiento superiores".
Ante la desaceleración, el gobierno reafirmó su compromiso con la responsabilidad fiscal y ratificó la meta definida en el presupuesto nacional, aprobado en el año 2015, de alcanzar un resultado fiscal de -2,5 por ciento del Producto Interno Bruto en 2019, para estabilizar la trayectoria de la deuda pública.
De igual manera, el Poder Ejecutivo ratificó su política antiinflacionaria, la cual constituye otro eje fundamental de la política macroeconómica, y significó que las fortalezas permitirán que en los próximos años la economía continúe creciendo, profundizando los avances en materia social registrados en la última década.
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