BRUSELAS.- El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, negó este viernes que la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) sea el principio del fin de la UE e incidió en que la UE espera que Londres aplique la decisión de los británicos cuando antes y reiteró que "cualquier retraso prolongaría innecesariamente la incertidumbre". Asimismo, hizo hincapié en que "no habrá ninguna renegociación" y que el nuevo encaje pactado con Londres en febrero "deja de existir".
El primer ministro británico, David Cameron, pretende dimitir en
octubre y ha dicho que será el próximo mandatario el que deberá decidir
si pide activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que establece el
proceso de la retirada de un Estado miembro de la UE.
“No” fue la escueta respuesta de Juncker a la pregunta de si estamos
ante el principio del fin de la UE, en una esperada comparecencia en la
que aseguró estar “muy triste” por la decisión del pueblo británico de
abandonar el club comunitario, pero señaló que no queda más remedio que
respetarla.
El presidente de la CE, que fue el último de los líderes comunitarios
en comparecer este viernes tras conocerse el resultado del referéndum
del jueves, reconoció que se trata de una “situación sin precedentes”,
pero aseguró que los 27 Estados miembros restantes “están unidos en su
respuesta”.
“Seremos fuertes y defenderemos los valores fundamentales de la UE de
promoción de la paz y del bienestar de sus ciudadanos”, continuó, en
una intervención en la que se limitó a leer el comunicado conjunto que
emitieron este viernes las instituciones comunitarias y en la que solo
aceptó dos preguntas de la prensa. “La Unión de los 27 Estados miembros
continuará”, agregó.
Preguntado acerca de qué espera del motor franco-alemán en esta
situación, Juncker también respondió muy brevemente y dijo que desea que
sean “claros” y “que el proceso de incertidumbre en el que hemos
entrado no dure mucho”. Hay que acelerar las cosas”, añadió.
Tras la conmoción inicial, los líderes europeos se han movilizado
para afrontar el seísmo político por la decisión del Reino Unido de
salir de la UE, con mensajes a favor de la unidad de los Veintisiete
mezclados con peticiones de reformas. La Canciller alemana, Angela
Merkel, trabaja intensamente para que no reine el pánico y para frenar
otras iniciativas en el seno de la UE que piden un referéndum similar al
británico en sus países.
A Merkel se ha unido François Hollande, presidente de Francia, ha
señalado, que prepara ya con la canciller y las autoridades europeas la
estrategia a seguir en las próximas horas ante la salida de Reino Unido
de la UE. La prioridad de Francia en estos momentos es “evitar la
contaminación del Brexit” y proponer de inmediato “un nuevo proyecto
para Europa”.
Hollande ha advertido de que “el peligro es inmenso ante los
extremismos y los populismos”, y que su país no permitirá esa deriva.
“Siempre hace falta menos tiempo para deshacer que para hacer, para
destruir que para construir. Francia, país fundador de Europa, no lo
aceptará”, ha dicho en una declaración institucional en El Elíseo, sede
de la presidencia gala.
Merkel, por su parte, ha lamentado el resultado del referéndum en
Reino Unido, que ha tildado de “punto de inflexión” para Europa, y ha
pedido “calma” y “moderación” para las negociaciones que comenzarán en
breve entre la Unión Europea (UE) y Londres.
Merkel y Hollande se reunirán el lunes en Berlín, previamente a la
cumbre de la UE, prevista el martes y el miércoles en Bruselas, en la
que las autoridades europeas definirán la estrategia a seguir ante la
salida de Reino Unido.
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