NUEVA YORK.- Después del shock del 'brexit',
las grandes empresas estadounidenses se esfuerzan para no ceder al
pánico, pero reclaman claridad sobre el futuro del mercado británico,
que ha sido tradicionalmente su puerta de entrada al continente europeo.
Desde
cadenas de ropa hasta fabricantes de automóviles, los grandes emblemas
del 'Corporate USA' se apoyaron durante largo tiempo en Reino Unido,
atraídos por una fiscalidad ventajosa, una lengua y una cultura comunes,
pero también por un acceso al mercado único europeo y a sus cientos de
millones de consumidores.
"Las inversiones estadounidenses en
Gran Bretaña suman más de 500.000 millones de dólares y muchas de ellas
se produjeron para llegar a los consumidores británicos, pero también a
aquellos del continente europeo", afirma Thomas Donohue, presidente de
la Cámara de Comercio de Estados Unidos.
Con 56.100 millones de
dólares de exportaciones en 2015, Reino Unido es el principal destino de
mercancías estadounidenses en el seno de la Unión Europea. El sector de
servicios, sobre todo el financiero, está igualmente presente en la
City de Londres, donde Wall Street emplea a decenas de miles de
personas.
Sin sorpresa, muchos grandes nombres de la industria tomaron partido por la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea.
¿Frenará el voto favorable al 'brexit' las inversiones estadounidenses en Reino Unido?
Interrogadas, varias grandes empresas estadounidenses evitan cualquier
juicio precipitado, pero expresan con firmeza su deseo de saber más
sobre la nueva relación económica que Reino Unido debe establecer de
ahora en adelante con sus exsocios de la UE.
"Reino Unido es un
elemento central de nuestra cadena de producción europea y exhortamos a
todas las partes a encontrar un acuerdo que despeje rápidamente la
incertidumbre y permita a Reino Unido mantener un acceso pleno y entero
al mercado único europeo", afirma Mark Dorsett, director en Reino Unido
del gigante de la construcción Caterpillar.
Ese
es, en efecto, el punto central de las dudas estadounidenses: ¿Reino
Unido seguirá beneficiándose de la libre circulación de bienes y
personas en el seno de la UE?
El fabricante de automóviles Ford,
que emplea a 14.000 personas en Reino Unido y genera allí cerca de un
quinto de su volumen de negocios, espera que siga siendo así, pero no
excluye un cambio estratégico en caso contrario.
"Ford tomará
todas las medidas necesarias para asegurarse de que sus actividades
europeas continúen siendo competitivas y se mantengan en una trayectoria
de rentabilidad duradera", indica un portavoz, John Gardiner, que
asegura que por el momento no se ha decidido ningún cambio.
Su rival, General Motors, llamó a Londres y a Bruselas a abrir las discusiones de una nueva
asociación "lo más rápido posible" y pidió igualmente ciertas garantías.
"Es igualmente importante que nuestra actividad continúe
beneficiándose de la libre circulación de bienes y de personas durante
este periodo", pide Klaus-Peter Martin, portavoz de la compañía
estadounidense.
Una caída prolongada de la
moneda británica, que ya se desplomó frente al dólar y al euro apenas
conocidos los resultados del referéndum, podría igualmente llevar a
algunas empresas a repensar su estrategia.
El grupo de
transportes Penske se juega mucho: con un tercio de su volumen de
negocios producido en Reino Unido, la empresa estadounidense podría ver
sus ingresos caer en tanto que sus beneficios en libras esterlinas
serían repatriados a Estados Unidos y convertidos en dólares.
"Una
libra esterlina más débil sería sinónimo de volúmenes de negocios más
reducidos", explica Anthony Pordon, uno de los vicepresidentes del
grupo, que admite que Penske está "decepcionado" con el resultado del
referéndum.
Muy presente también en Reino Unido, el especialista de las fotocopiadoras Xeroes menos preciso y reconoce simplemente examinar "las implicaciones a largo plazo" del 'brexit'.
Otros grupos como General Electric se limitan a decir que "respetan la decisión" del pueblo británico mientras que ciertos prefieren simplemente el silencio.
La
cadena de ropa Gap, que cuenta con 131 tiendas en Reino Unido y el
gigante de distribución Wal-Mart, que tiene 625 hipermercados bajo su
marca Asda, rechazan así hacer cualquier comentario.
Pero a
diferencia de esa ola de preocupaciones, un pequeño nicho económico en
Estados Unidos podría beneficiarse del 'brexit'. Según la Asociación
Estadounidense de Agentes Inmobiliarios (NAR), millonarios particulares
espantados por este "movimiento aislacionista" podrían eventualmente
vender sus propiedades en Londres para llegar al mercado inmobiliario de
lujo de Estados Unidos.
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