TOKIO.- Las autoridades de política
monetaria de Japón están en contacto permanente con sus homólogos
europeos para coordinar formas de calmar a los mercados si Reino Unido
decide abandonar la Unión Europea (UE) y su primera línea de defensa
será evitar una escasez de liquidez en dólares.
El Banco de Japón (BoJ, por sus siglas en inglés) está
dispuesto a ofrecer fondos en dólares a los prestamistas del país si los
británicos votan a favor de salir de la UE en el referéndum del 23 de
junio, un escenario que podría llevar a los inversores a acaparar la
divisa estadounidense, afirmaron funcionarios japoneses cercanos al
asunto.
Sin embargo, Tokio no tiene un plan tan claro respecto a
cómo contrarrestar el avance indeseado del yen que podría producirse
por el llamado "Brexit". La moneda japonesa también es considerada un
activo de refugio en tiempos de volatilidad y aversión al riesgo.
Japón no tiene ningún consentimiento de sus homólogos
del G-7, que se compone de las mayores economías del mundo, para aplicar
una intervención cambiaria de venta de yenes.
"Es bastante difícil que Tokio realice una intervención
por sí solo y es probable que esta estrategia no sea efectiva cuando
otros países también quieren que sus monedas se mantengan bajas", dijo
una de las fuentes.
"El 'Brexit' es uno de los mayores riesgos a corto
plazo porque podría generar una escalada del yen", dijo otra fuente. "Si
los mercados se congelan como pasó tras el colapso de Lehman Brothers,
también está el riesgo de que se contraiga la financiación en dólares",
sostuvo.
En la eventualidad de que se produzca un gran trastorno
en los mercados, el BoJ podría usar sus subastas semanales para ofrecer
financiación en dólares a las instituciones que detecten escasez de
moneda extranjera. También podría echar mano de operaciones con otros
bancos centrales, como la Reserva Federal y el Banco Central Europeo,
para intercambiar divisas.
El ascenso del yen ha incrementado la presión sobre el
banco central japonés para que extienda el jueves sus medidas de alivio
cuantitativo al final de su reunión de política monetaria.
Si bien muchas de las autoridades del organismo no
desean aplicar más estímulos, el gobernador del BoJ, Haruhiko Kuroda,
advirtió que está dispuesto para tomar nuevas medidas si una subida del
yen amenaza con descarrilar la frágil recuperación económica del país.
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