miércoles, 15 de junio de 2016

El Banco de Japón formula planes de contingencia por el "Brexit" y teme una escalada del yen

TOKIO.- Las autoridades de política monetaria de Japón están en contacto permanente con sus homólogos europeos para coordinar formas de calmar a los mercados si Reino Unido decide abandonar la Unión Europea (UE) y su primera línea de defensa será evitar una escasez de liquidez en dólares.

El Banco de Japón (BoJ, por sus siglas en inglés) está dispuesto a ofrecer fondos en dólares a los prestamistas del país si los británicos votan a favor de salir de la UE en el referéndum del 23 de junio, un escenario que podría llevar a los inversores a acaparar la divisa estadounidense, afirmaron funcionarios japoneses cercanos al asunto.
Sin embargo, Tokio no tiene un plan tan claro respecto a cómo contrarrestar el avance indeseado del yen que podría producirse por el llamado "Brexit". La moneda japonesa también es considerada un activo de refugio en tiempos de volatilidad y aversión al riesgo.
Japón no tiene ningún consentimiento de sus homólogos del G-7, que se compone de las mayores economías del mundo, para aplicar una intervención cambiaria de venta de yenes.
"Es bastante difícil que Tokio realice una intervención por sí solo y es probable que esta estrategia no sea efectiva cuando otros países también quieren que sus monedas se mantengan bajas", dijo una de las fuentes.
"El 'Brexit' es uno de los mayores riesgos a corto plazo porque podría generar una escalada del yen", dijo otra fuente. "Si los mercados se congelan como pasó tras el colapso de Lehman Brothers, también está el riesgo de que se contraiga la financiación en dólares", sostuvo.
En la eventualidad de que se produzca un gran trastorno en los mercados, el BoJ podría usar sus subastas semanales para ofrecer financiación en dólares a las instituciones que detecten escasez de moneda extranjera. También podría echar mano de operaciones con otros bancos centrales, como la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, para intercambiar divisas.
El ascenso del yen ha incrementado la presión sobre el banco central japonés para que extienda el jueves sus medidas de alivio cuantitativo al final de su reunión de política monetaria.
Si bien muchas de las autoridades del organismo no desean aplicar más estímulos, el gobernador del BoJ, Haruhiko Kuroda, advirtió que está dispuesto para tomar nuevas medidas si una subida del yen amenaza con descarrilar la frágil recuperación económica del país.

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