TOKIO.- El gobernador del Banco de
Japón (BoJ), Haruhiko Kuroda, ha reconocido públicamente que la
institución que dirige ha fracasado en la consecución del objetivo de
inflación que se marcó en 2013, cuando duplicó la base monetaria y las
cantidades de deuda pública y otros instrumentos financieros adquiridos
por la institución para alcanzar el 2% de inflación en un plazo de dos
años.
"Es cierto que no lo hemos podido conseguir en dos años",
indicó Kuroda tras pronunciar un discurso en la Universidad de Keio, cuando uno de los asistentes le preguntó por los plazos marcados desde el BoJ.
Además, Kuroda defendió la decisión del pasado mes de enero de
situar el tipo de interés de depósito en el -0,1%, al estimar que el
impacto negativo de su política monetaria sobre las entidades
financieras es "verdaderamente limitado".
Así, el gobernador de la máxima institución monetaria de Japón
señaló que, por el momento, no realizará cambios en su política
monetaria actual, aunque afirmó que no dudaría en flexibilizarla todavía
más si fuese necesario.
"Los tipos negativos eran algo nuevo en Japón, inicialmente
había confusión e incertidumbre, pero ahora se ha comprendido la nueva
política, lo que provoca un impacto positivo sobre la economía real",
aseveró Kuroda.
Por otra parte, el responsable de la política monetaria nipona
admitió que estabilizar el nivel de los precios se ha convertido en un
"desafío sin precedentes", no solo para el BoJ, sino también para otros
bancos centrales.
En este sentido, Kuroda lamentó que, a pesar de los estímulos
monetarios, las previsiones de inflación se mantienen y solo cambian
"lentamente".
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